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ANA RANERA
GIJÓN.
Viernes, 9 de diciembre 2022, 01:03
Asturias acoge entre sus fronteras incontables paisajes que merece la pena fotografiar. Una buena prueba de ello es el concurso 'Escenas de Asturias', que organizan cada año el diario EL COMERCIO y LA VOZ DE AVILÉS, con el patrocinio de Caixa Bank, y que deja como resultado un calendario en el que cada mes está ilustrado por una imagen del Principado. Y este año toca empezar por el final, porque la instantánea que se lleva el primer premio del certamen -dotado con 400 euros- es la de diciembre, del fotógrafo gijonés César Álvarez Osorio. En ella, queda inmortalizado el lago Enol «en una noche de luna llena», tal y como cuenta su autor. «Había coches por allí y al hacer una exposición de treinta segundos, conseguí que se viera el trazo de luz del vehículo».
César Álvarez Osorio es un apasionado de la montaña y de la fotografía. Para aunar ambas pasiones, una noche de luna llena subió hace unos años con unos amigos –«fotógrafos como yo»– hasta el Lago Enol, en Covadonga, «y se dieron las condiciones perfectas para hacer esta fotografía», rememora ahora, tanto tiempo después. «Aquel día había coches por allí y, al hacer una exposición de treinta segundos con la cámara, conseguí que quedara marcado el trazo de luz del coche». De esa manera, logró este efecto que vemos en el que que la carretera aparece iluminada como por arte de magia. «Gracias a eso, se ve el movimiento del coche», detalla este fotográfo al que su victoria en Escenas de Asturias le pilló precisamente en la montaña, quizá haciendo nuevas fotografías.
A su lado, en segunda posición -dotada con 200 euros- está la imagen que acompañará febrero, 'Los bufones de Pría rugiendo', de Julio Aldecoa. «Ese día fue uno de los que vi los bufones más espectaculares desde que tengo recuerdo», asegura. «Había olas de más de siete metros y apenas viento», detalla. Eso le permitió volar su dron y conseguir «unos vídeos y fotos que hasta la fecha me ha sido imposible repetir».
El día que Julio Aldecoa tomó esta fotografía, «había olas de más de siete metros y apenas hacía viento», recuerda. Eso le permitió «realizar varios vuelos con el dron y hacer fotos que hasta la fecha me ha sido imposible repetir».
Su borrasca contrasta con el tercer premio -dotado con 100 euros-, que logró 'Amanece en Bonhome', de José Manuel Valle. «Voy mucho a El Puntal (Villaviciosa) y ese día como había niebla baja, sabía que el cielo iba a ponerse en tonos dorados», recuerda. Y así fue. Estos tres ganadores compartirán protagonismo con otras nueve fotos que también van sobradas de calidad. Para empezar, la que ilustrará enero, 'Paisaje nevado', de Urbano Suárez. Este asturiano lleva 35 años viviendo en Valencia «y en mis escapadas, voy muy a menudo a este lugar del paraíso, Peñerudes, en Morcín», explica con morriña.
José Manuel Valle es un asiduo a la zona de El Puntal, tanto que asegura que ya la tiene «muy explotada». Allí encuentra siempre buenas imágenes para retratar y ese día fue hasta allí «porque había niebla baja y sabía que se iban a poner esos tonos dorados», que combinaban fenomenal «con esta lancha en primer plano».
El hielo de su foto ya está derretido en marzo, mes en el que Nelson Díaz firma 'Teito en el valle', una imagen tomada en el Valle del Lago, Somiedo. Y la primavera sigue en abril, con 'Baxa el agua', de Javier Valle, tomada en Murias (Aller).
En mayo, cobra protagonismo Covadonga, en una instantánea de David Blanco, que le surgió de forma improvisada. «Fui con la familia a los Lagos e hicimos la típica parada en Covadonga y, al ver las flores, se me ocurrió sacar esta foto», explica.
La fuerza de la basílica guarda bastante parecido con la de la Catedral de Oviedo, que aparece en la foto de Sarai Martín en junio. Ella denominó a su imagen 'Majestuosa', un adjetivo muy certero, que además también se podría a plicar a la instantánea de julio, 'Aprendiendo a soñar'. Esta imagen de Valentín Suárez es «casi un 'selfie'», como él mismo confiesa. «Utilicé el autodisparador y tardé un minuto y medio o dos hasta trepar la roca». Y avisa que hay que tener mucho cuidado en este rincón de Cabo Vidrias «sobre todo por las mareas».
Y precisamente la marea no estaba muy alta el 14 de agosto, cuando Fidi Fidalgo cogió su cámara -que la suele tener a mano-y retrató los fuegos artificiales de la noche de Begoña, estallando en el cielo.
Los rosas de su pirotecnia contrastan con los naranjas que presiden septiembre. En el noveno mes del almanaque, el protagonista es el 'Otoño en el río Infierno', más arriba del área recreativa de La Pesanca. Una foto de Gabriel Gómez capturada en Piloña. «Esta es una de mis zonas favoritas de Asturias», promete. «En ese lugar en esta estación, hay muchas posibilidades de hacer fotografías, por sus aguas sedosas, sus setas y los colores de las hayas».
Un paisaje rojizo como el de octubre, 'Amaneciendo en Avilés', de Danielfi Nez. Él había madrugado ese día «con intención de fotografiar el Niemeyer», pero le tocó cambiar de planes. «Viendo los colores del cielo, se me ocurrió sacar partido de ellos y aprovechar los reflejos que se veían en el agua» y que devolvían una Asturias espectacular.
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