Los republicanos van de cine

El sentido de la oportunidad de 'Reagan' (la película, no el hombre) da mucho que hablar en Hollywood, pero también en Washington, donde se hacen cábalas sobre si este filme, muy amable por otra parte, favorece al Partido Republicano. Los 'biopics' tienden a crear iconos de la cultura popular. La crítica ha sido fría con el viejo cowboy de cine, del que se retrata el perfil bueno de un mandato cuajado de claroscuros.

Pero a los estrategas demócratas les preocupa que sí ha gustado al 98% de los americanos de a pie que la han visto, y que la expectación es alta: en su primer fin de semana recaudó diez millones de dólares, una cifra llamativa para tratarse de un 'biopic' político clásico que nada tiene que ver con la última hornada de películas biográficas como la de Elton John, Freddie Mercury o Amy Winehouse. 'Golda', la producción de 2023 basada en la 'dama de hierro de Oriente Medio' con Helen Mirren de protagonista, solo ingresó cinco millones durante todo su periplo en Estados Unidos.

¿El cine es solo fantasía? Porque si 'Reagan' ya ha provocado una buena ración de elucubraciones estratégicas, la cosa mejoró el pasado viernes cuando llegó a la gran pantalla 'El aprendiz', el 'biopic' sobre la figura del Donald Trump pre-presidencial; el magnate que incluso gustaba de protagonizar su propio programa de televisión, de nombre homónimo al de la película.

Posiblemente sea éste el estreno más polémico de la actual cartelera en Estados Unidos. Uno de sus inversores, afín al expresidente republicano, intentó desvincularse de la película durante su proceso final. Se estrenó en el Festival de Cannes y el equipo electoral de Trump, que trató de evitar judicialmente su llegada a los cines, arremetió contra ella al considerarla una «interferencia electoral de las élites de Hollywood».

Los asesores del expresidente aseguran que todo es «pura ficción», en su versión amable, o una «basura» total, según el portavoz de la campaña, Steven Cheoung, para quien el guión se aprovecha de detalles oscursos como la denuncia que Ivana Trump presentó en 1991, y luego retiró, sobre su marido por abuso sexual. No son los actuales tiempos procesales del magnate los más adecuados para recordar este tipo de demandas, que 'El aprendiz' imbrica dentro del retrato de un hombre absorbido por el deseo de ascender en el mundo de los negocios en el Nueva York de los años 80. El filme refleja la importancia de Roy Cohn, ambicioso y controvertido mentor, para forjar la figura política del aspirante conservador a la Casa Blanca.

En medio de todo ello, seguro que hay una pregunta del millón flotando en ele ambiente. Y, sí, su respuesta es afirmativa: el protagonista lo clava en lo que se refiere a la cabellera del líder republicano. Y eso que no resultó sencillo encontrar a quien llevara semejante carga sobre su cabeza. La sombra del trumpismo parece alargada y, pese a tratarse de uno de los políticos más escandalosos de la historia contemporánea, no abundaron los candidatos a interpretarlo. «No había mucha competencia», ha declarado el protagonista, Sebastián Stan, conocido entre otros papeles por el del 'Soldado de invierno' de Marvel.

Ni siquiera ejerció de gancho la curiosidad por trabajar con el iraní-danés Ali Abbasi, uno de los directores más peculiares del momento, autor de 'Border' y 'Holy Spider', donde disecciona el régimen islamista a través de las consecuencias de las acciones de un asesino en serie.

Tras el estreno de 'Reagan' y 'El aprendiz', existe cierto debate respecto a qué pretende con esta operación la industria de Hollywood, cuyo sector progresista es el que se pronuncia más habitualmente en lídes políticas: Robert de Niro, George Clooney, Jane Fonda, Matt Damon, Ben Stiller, Jamie Lee Curtis; y suma y sigue.

Abbasi niega cualquier trasfondo. «'El aprendiz' no es un acto político; es una película», cuya única intención ha sido «deconstruir el mito» de Donald e Ivana Trump porque «nunca se los ha tratado como seres humanos. O se los trata mal o se los trata sumamente bien, como algo mitológico». Aún así, el realizador sugiere al público estadounidense que «lo que haga con ese conocimiento depende de ustedes. Puede resultarles útil si quieren ir a votar».

Sean McNamara, director de 'Reagan', también rechaza cualquier indicio propagandístico de su obra. «Fijaos en la película de 'Lincoln'. Él era republicano y eso daba igual», explicó durante la presentación de la película, en la que pidió a los espectadores asistir con «la mente abierta». Aunque, de momento, el llamamiento parece poco eficaz. Facebook ha suspendido en dos ocasiones la cuenta oficial de la película y algunos medios se han negado a publicitarla al considerar que «intenta influir en las elecciones».