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El Comercio
Viernes, 25 de octubre 2019, 20:05
Si hay una frase que provoca nostalgia al recordar aquellas tardes de cine en la pequeña pantalla es «la vida es una tómbola», aunque este verso no siempre lleva consigo «luz y color», sobre todo para Marisol, la que fue la 'niña ... prodigio' de España antes de cumplir los quince años y que hoy, tras pasar página a esa etapa de su vida, pide que se refieran a ella con su nombre de pila: Pepa Flores.
La malagueña se convirtió en un fenómeno de masas durante los 60 y 70. A lo largo de este tiempo demostró sus dotes como actriz dramática de la mano de directores como Juan Antonio Bardem, Carlos Saura o Mario Camus. Con este último rodó el film 'Los días del pasado', trabajo que le llevó a ganar el premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Karlovy Vary.
Sin embargo, la impoluta imagen de la actriz estuvo marcada por largas jornadas de trabajo, su intensa relación con la familia Goyanes o su apasionada historia de amor con el bailarín Antonio Gades.
Hace tiempo Pepa Flores decidió romper con Marisol, motivo por el que, se cree, no recogerá el Goya de Honor que le ha otorgado la Academia de Cine, entidad que la considera «una de las actrices más queridas y recordadas por el público».
La actriz malagueña quiso acabar con su alter ego hace años y la muestra más evidente fue la denominada «foto que mató a Marisol», un posado en la que la actriz aparece desnuda y que se publicó en la portada de Interviú. La revista fue acusada de escándalo público, aunque finalmente no se tomaron medidas judiciales.
La adolescencia de Pepa Flores no fue nada idílica y no solo por las largas jornadas de grabación a las que se sometía. La actriz reconoció sufrir abusos físicos y sexuales. «Me llevaban a un chalet del Viso y allí había gente importante, gente del régimen, a verme desnuda, a mí y a otras niñas», le contó Pepa Flores a Francisco Umbral en unas declaraciones que iban a formar parte de una biografía —que finalmente nunca fue publicada— y que desveló Vanity Fair.
A medida que fue creciendo, la vida profesional de la malagueña fue en declive. El gran éxito que tuvo cuando apenas era una niña «la condenaba a sucesivos fracasos», argumentó el periodista Juan Antonio Herrera.
A medida que Pepa Flores fue creciendo, comenzó a conocer el amor. Se casó con el hijo de su representante, Carlos Goyanes, y tres años más tardes decidió acabar con la relación. Más tarde se casó con el bailarín Antonio Gades, con el que tuvo tres hijas antes de casarse y se retiraron a vivir a una casa en Altea. Además, su vida amorosa está marcada por rumores, como el que cuenta que tuvo un romance con el cantautor Serrat.
Además, Pepa Flores también se vio envuelta en el mundo de la política y se hizo comunista. «Siempre fue muy comprometida y consecuente con sus decisiones», defendió su hermana. En este sentido, dio la vuelta al mundo una imagen en la que aparece Marisol en un mitin del Partido Comunista con el puño en alto. «'La niña del franquismo se hizo roja', se decía en todas partes», recordó el periodista y amigo de la actriz José Manuel Parada.
Cansada del mundo de la interpretación, Pepa Flores decidió retirarse y vivir en el anonimato para residir en un pueblo a las afueras de Málaga. Sin embargo, en numerosas ocasiones le han propuesto volver a gran pantalla, aunque Pepa Flores ha declinado todas las propuestas.
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