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John Easterling, el marido de Olivia Newton-John, fue el encargado de dar la terrible noticia de que la actriz no pudo superar esta vez un cáncer de mama, contra el que llevaba luchando durante más de tres décadas. Lo venció en 1992 y 2013, pero este último envite fue demasiado fuerte y ya estaba en etapa cuatro con metástasis.
Desde entonces han sido muchos compañeros de profesión y amigos los que han lamentado la pérdida, incluido John Travolta, su compañero en 'Grease', película que llevó a sus protagonistas a la fama absoluta, que se despedía de ella con unas emotivas palabras: «Tuyo desde el primer momento que te vi y para siempre. ¡Tu Danny, tu John!».
Ahora, John Easterling ha querido rendirle un pequeño homenaje a través de sus redes sociales resaltando su capacidad sanadora y su lado más humano. Se casaron en 2008. Primero celebraron una «ceremonia espiritual» al estilo incay una semana después repetían su compromiso frente a las playas de Florida. Desde entonces no se han separado. Ambos se habían conocido gracias a amigos comunes.
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«Olivia, nuestro amor por el otro trasciende nuestra comprensión. Todos los días expresamos nuestra gratitud por este amor que podría ser tan profundo, tan real, tan natural. Nunca tuvimos que 'trabajar' en ello. Estábamos asombrados por este gran misterio y aceptamos la experiencia de nuestro amor como pasado, presente y para siempre», comienza la carta de Easterling.
«En la esencia más profunda de Olivia ella era una sanadora usando de medio sus canciones, sus palabras, su tacto. Ella fue la mujer más valiente que he conocido. Su necesidad para cuidar genuinamente a la gente, a la naturaleza y a todas las criaturas casi eclipsa lo que es humanamente posible», unas palabras cargadas de admiración hacia su difunta esposa.
Y continúa: «Es solo la gracia de Dios la que me ha permitido compartir la profundidad y pasión de su ser durante tanto tiempo. En sus momentos más difíciles siempre tuvo el espíritu, el humor y la voluntad de mover las cosas hacia la luz. Incluso ahora que su alma se eleva, el dolor y los agujeros en mi corazón se curan con la alegría de su amor y la luz que brilla hacia adelante. Para finalmente despedirse de Newton-John: «Nuestra familia aprecia profundamente el vasto océano de amor y apoyo que ha llegado en nuestro camino».
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