María Galiana. Actriz

«A mí la energía me surge cuando trabajo»

–Hablar con usted es como hablar con alguien de la familia.

–Han sido 22 años, de 2001 a 2023 todos los jueves en las casas y eso se nota. No sabía que mi voz fuera tan característica, pero voy en un autobús o entro en una tienda y sin verme, con oírme hablar, me reconocen. Yo estoy encantada, me siento muy feliz.

–Viene con 'La reina de la belleza de Leenane'...

–Es una función muy dramática, muy dura. Es de Martin McDonagh, un dramaturgo y cineasta extraordinario. Yo ya la conocía, porque había visto una versión que estrenó Vicky Peña con su madre Montserrat Carulla y ahora Juan Echanove me llamó y me encantó.

–¿Cuánta belleza y cuánto dolor hay en ella?

–Es un contraste extraordinario. La reina de la belleza es como llama un supuesto pretendiente al personaje de mi hija. Su madre ha pensando que esa hija está para cuidarla a ella para los restos y ahí está el drama. Es ese argumento de madre acaparadora que tiene tres, hijas, dos se han largado y sobre la que queda proyecta un futuro malo, antipático, en el sentido de que viven en un lugar inhóspito, con un paisaje muy duro. Y ahí estamos los cuatro actores, que nos llevamos maravillosamente, lo pasamos bien y nos entendemos.

–He leído que es tan conmovedor que el público se queda en silencio absoluto.

–Es cierto. No se lo esperan. El decorado ya es muy sugerente, con un gran ventanal detrás en el que hay una rampa por la que suben y bajan los otros actores. Es una cocina en una casa en lo alto de la colina pelada en Irlanda y se ve la mala idea de esta vieja que hago yo, con ese carácter de una mujer que realmente ha debido tener una vida muy dura, muy poco gratificante. La gente se queda sobrecogida.

–¿Cómo es Juan Echanove como director? ¿Un actor al mando entiende mejor a los actores?

–Claro. Juan es un grandísimo actor y cuando se pone a dirigir realiza la vivencia de cada uno, está completamente integrado en los papeles. Tal como él lo ha planteado, es un poco sube y baja, son nueve escenas diferentes, se alternan de tal forma que en ningún momento cae la atención. El público está atento. ¿Tú sabes lo que es un hacer una función entera sin que se oiga un móvil? Estamos felices.

–Se la ve contenta con la gira, pero ¿no se cansa?

–¡Qué me voy a cansar! Ahora estoy haciendo una película, y en los días libres, un recital de poemas con un barítono y un pianista. Me encanta. Me aburro en mi casa.

–En mayo le caen los noventa.

–Esta mañana he hecho un reconocimiento médico para una película y me han dicho que estoy como una pera así que yo 'p'alante'.

–Díganos la receta.

–Me gusta mucho trabajar. A mí la energía me surge cuando tengo trabajo. Tampoco pierdo la curiosidad, sé lo que pasa en el mundo, estoy al loro de todo lo que ocurre.

–¿Y lo de los noventa no le da un poco de 'uf'?

–Bastante... Pero prefiero no pensarlo. Yo sigo hasta que pueda. Mientras tenga la cabeza como la tengo no la voy a desperdiciar.

–¿Echa de menos la tele?

–Nada. Son 22 años y lo he pasado maravillosamente, pero es muy duro todos los días. Yo ahora me he aprendido la función y no tengo dificultad, pero en 'Cuéntame' había que aprender cada capítulo y han sido más de 400, una barbaridad. Ha sido muy placentero pero muy agotador.

–Tiene una película en ciernes y seguro que más proyectos.

–Esa película son solo seis sesiones, no es nada del otro jueves, y tengo otras dos posibles para primavera. En perspectiva hay otras dos obras de teatro. Después del verano, decidiré cuál hago. Y ya no quiero hacer más planes, que a mi edad con cinco o seis meses ya tengo bastante.