Loles León, envuelta en tules reciclados. E. C.

«Llevo luchando contra la brecha salarial desde que tengo uso de razón»

La catalana hará doblete en el Teatro Jovellanos mañana y pasado con 'Una noche con ella'

AZAHARA VILLACORTA

GIJÓN.

Miércoles, 25 de agosto 2021, 00:44

Loles León (Barcelona, 1950) hace un alto en «las partiditas de 'FIFA' y 'Fortnite'» que está jugando con su nieto para hablar al otro lado del teléfono de 'Una noche con ella', la obra que subirá a escena mañana y pasado en el Jovellanos. Un ... repaso a su vida en hora y media en el que promete sacar a pasear su lengua mordaz y muchas risas aderezadas con música en directo y un toque cabaretero marca de la casa de esta 'chica Almodóvar' que estuvo al borde de un ataque de nervios y que acaba de protagonizar 'Padre no hay más que uno (2)', uno de los últimos taquillazos del cine español. Una mujer que, a sus 71, está a la última: «Estamos con la Agenda 2030 y con las tres 'R': reducir, reciclar y reutilizar. Por ejemplo, todo el vestuario de esta obra está reciclado de mis espectáculos, películas, obras de teatro... Y la transformación la han hecho en Apramp, la asociación de asistencia a las víctimas de trata, donde tienen un taller de modistas».

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-¿Cómo diría que la ha tratado la vida?

-Ha habido de todo, pero a Juan Luis Iborra, que es el director y hace muchos años que nos conocemos, solo le pedí que el show no fuese soporífero. Así que me dijo: «Vamos a poner también cosas inventadas». Y con eso le damos un poquito de alegría y de meneo al asunto.

-O sea, que mezcla realidad y ficción.

-Sí. Hay cositas mías de verdad, como un sesenta por cierto, y hay cositas que no, el restante cuarenta. Ahí está la gracia. Yo les digo a los espectadores que ellos son los únicos que podrán descubrir a lo largo del show qué es verdad y qué es mentira. Es un pequeño musical son siete canciones y estoy en el escenario con dos actores maravillosos que cantan y bailan al estilo Hollywood, dos artistazos y dos monumentos (Ríe).

-Lo que sí sucedió y sale a relucir fue aquella vez que se cayó por unas escaleras al entrar en la suite del actor Jeremy Irons. Nada más y nada menos.

-Sí, sale, sale (Risas). Eso sí es verdad. Lo explico porque fue gracioso. ¿Sabes qué pasa? Que yo he recorrido el mundo entero con Almodóvar y sus 'chicas'. Entonces, también hablamos de eso un rato.

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-Y, después de una vida tan ajetreada, ¿cómo ha llevado el parón de la pandemia?

-Bien. Bueno, bien no: como todo el mundo. Me he metido en casa y no he ido ni a cenas ni a fiestas ni a nada. Solamente, si tenía que trabajar, a trabajar. Pero muy protegida. Haciendo todas las cosas que se tienen que hacer, porque esto no es broma. Hay gente que se piensa que esto es una broma pasajera, pero, como no nos cuidemos y hagamos caso de las recomendaciones, lo vamos a tener aquí pa' toda la vida.

-Fue muy comentado el 'zasca' a su compañera Victoria Abril y su discurso negacionista.

-Ah, bueno, sí, pero para mí no tiene trascendencia. Ella siempre busca un poco la discordia, pero no fue nada grave.

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-¿Cómo ha llegado una adolescente que ayudaba a sus padres en una churrería a ser una de las actrices más queridas del país?

-Insistiendo mucho. Sin dejar de soñar. Hay que perseguir los sueños y ser perseverante. Y creyendo en mí misma. Siempre he sido la persona que más ha creído en mí.

-Derrocha seguridad en sí misma. ¿Nunca flaquea?

-¡Claro, mujer! ¿Tú te crees que se puede aguantar esta intensidad las 24 horas? (Ríe). Eso no hay cuerpo ni mente que lo aguante. A mí, porque me dan este tipo de papeles así, pero luego soy como todo el mundo. A veces, las circunstancias nos hacen subir al quinto pino, pero después relajas, porque, si no, te daría un infarto.

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-¿Ha tenido que pararle los pies a algún productor o director?

-Si hablamos de abusos, la diferencia salarial es un abuso muy gordo. Y contra esa brecha llevo luchando desde que tengo uso de razón. Lo otro pudo pasar... A lo mejor he tenido alguna presencia un poquito fuerte y la tuve que capear como pude.

-¿Y nunca ha temido que no sonase el teléfono a partir de esa edad en la que algunas actrices aseguran volverse invisibles?

-Yo, en realidad, siempre he tenido trabajo, porque siempre hay una tía mayor, una abuela, una madre, una vecina que incordia, una portera.... Todos estos papeles los he hecho. Y ahora Santiago Segura me ha puesto como la abuela de España y no sabes cómo me quieren los niños por la calle. Me dicen: «Abuela, abuela». Y yo: «¿Qué, cariño, qué?» (Risas). Estoy encantada. Nosotros nos metemos en las casas de la gente cada día con la televisión. Así que, qué menos que estar con ellos cuando te ven por la calle. Un abrazo, una risa, un besito, una foto... A mí eso me encanta.

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-En la vida real lo es y dicen que, además, una abuela entregada...

-Sí, muy dedicada. Ahora mismo, estoy con mi nieto. Estamos jugando una partidita de 'Fortnite' y de 'FIFA', que es divino. Claro, cariño, hay que estar al día, porque las nuevas generaciones vienen pegando fuerte y hay que estar siempre dispuesta a avanzar y evolucionar, porque, si no, mejor te quedas en tu casa.

-Gijón ha evolucionado hacia la desaparición de los toros. ¿Cómo lo ve?

-Sí. Lo sé. Yo no soy partidaria de los toros. Siempre me ha parecido algo muy agresivo. Como en todo, en esto hay opiniones para todos los gustos, pero seguro que todos estamos en contra de la violencia y del maltrato animal siempre.

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-¿Para violencia humana su encontronazo con Madonna?

-Lo que pasó fue que yo estaba actuando para ella, porque Pedro (Almodóvar) les organizó un show, y, mientras yo cantaba, ella estaba girada, hablando con uno, y no me hacía caso. Entonces, le dije: «Eh, cuidado, que estoy trabajando pa' ti. Que me mires. Que me mires, ¿eh? O dejo de cantar. Que esto es 'for you'». Y me contestó: «Uy, cómo sois las españolas». Pues sí: somos directas, porque no tenemos tiempo pa' tonterías. Al pan pan y al vino vino.

-¿Y Loles León con quién pasaría una noche?

-Conmigo misma. Allí, sentada en el teatro, con mi mascarilla. Porque veo que la gente se ríe tanto que te juro que me gustaría estar ahí pasándolo tan bien como lo están pasando ellos, viendo a esa mujer haciendo y deshaciendo y tirándose por el suelo. Sé que suena un poco absurdo, pero en la vida también hay que dejar lugar para el absurdo. Y, además, no tengo tiempo más que para pasar una noche conmigo misma. Yo no ligo nada. Solo ligo trabajo, que es lo que me interesa. Ahora mismo, no tengo tiempo de ligoteos con nadie. ¡Es que no tengo horas! No me da la vida para compartir más que con Hacienda, como todo el mundo (Risas).

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