Secciones
Servicios
Destacamos
La memoria, la muerte y el diablo del humor juegan en el último libro que Gonzalo Suárez (Oviedo, 1934) ha regalado a sus lectores: 'El cementerio azul' (Random House), doce relatos tejidos con la mano maestra de un creador que, lo mismo en sus películas ... que en su narrativa, revela: «Siempre me ha gustado buscar más que encontrar». Y, a sus 87 años, confiesa sentirse más próximo al chico de 'La isla del tesoro' que al capitán Silver: «Imaginar esos viajes no es para salir a hallar el tesoro ni la isla, sino para sentir que todavía tienes viento en las velas».
Desde Madrid, afirma llevar medianamente bien la ronda de entrevistas de la promoción del nuevo título: «He sido periodista antes que fraile y tiene su gracia. El único problema es la distribución del tiempo para hacerlo a gusto. Se produce un cierto acoso, pero es agradable».
Acostumbrado en el cine y en la literatura a que algunos le cuelguen el sambenito de autor de culto, matiza su lugar al margen: «No ha sido tanto un propósito como una cuestión de temperamento. He hecho aquello que consideraba o me salía, persiguiendo siempre algo que me permitiera ir a otro sitio. El ir a otro sitio es mi definición».
Suárez remarca algo en todas sus facetas: «Lo mío es ir perpetrando asaltos de tanteo o de tonteo -si quieres- con la vida. Al fin y al cabo, la cuestión es estar vivo y sentir la acción». Su ironía participa de este propósito: «Por lo demás, me encuentro bien, con fuerza, y en boxeo podría resistir los primeros golpes de un round utilizando la esquiva e incluso aguantar el resto saltando las cuerdas para salir corriendo», apunta.
El relato que abre su libro nos traslada al rodaje en Varsovia del filme 'El detective y la muerte'. Ella -a la que sigue imaginando como en su 'Don Juan en los infiernos' como una mujer: «De donde venimos será parecido a donde vamos»- pulula entre las luminosas fantasmagorías de estos cuentos danzando con la propia vida: «Conforme va pasando el tiempo, es más evidente, no en función de ti mismo, porque ves que se van quedando en el camino amigos entrañables, como Juan Cueto, Chus Quirós, tantos. Es una realidad y resulta inútil elucubrar. Pero no vamos a hacer que la gente huya del libro, que por momentos intenta ser hasta divertido», señala. Acerca del escenario que pudiera haber al otro lado, confiesa: «No sé en el más allá qué fiesta tienen preparada, pero estoy seguro que el 'yo' lo colgaremos en el perchero al salir».
Hace una pausa elocuente cuando se le pregunta por la abundancia de profetas de los cambios de paradigma y el fin de los tiempos: «Me sorprende que haya tanta gente que sepa tanto cuando yo cada vez sé menos, y no es coquetería, realmente lo compruebo y aprecio más el instante pasajero sin antes ni después». En ese ahora, sus planes están en la escritura del guion de una posible película: «En fin, vamos para adelante, mientras te dejen y puedas. Y tengo ganas de volver a Asturias, si pudiese rodando... aunque fuera cuesta abajo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.