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El actor Juan Diego recibirá el Premio Nacho Martínez en el Jovellanos. LUIS ÁNGEL GÓMEZ
«Creerse que uno es alguien pesa mucho. Nada te pertenece, solo el pellejo y los latidos»

«Creerse que uno es alguien pesa mucho. Nada te pertenece, solo el pellejo y los latidos»

El actor sevillano Juan Diego recibirá el próximo 16 de noviembre el Premio Nacho Martínez en la gala inaugural del Festival Internacional de Cine de Gijón

AZAHARA VILLACORTA

GIJÓN.

Lunes, 5 de noviembre 2018, 01:18

Juan Diego Ruiz Moreno (Bormujos, Sevilla, 1942) es uno de esos nombres propios que no necesitan apellidos. Este hombre que ha trabajado con casi toda la profesión y al que los amigos llaman 'Juanito' atesora una carrera de más de medio siglo que incluye doscientos programas de televisión, más de cincuenta películas y veintidós obras teatrales, además de un palmarés con tres Goyas, una Concha de Plata y una Espiga de Oro al que pronto se sumará el Premio Nacho Martínez 2018 del Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX), que recibirá durante la gala de inauguración de la 56 edición del certamen, el próximo 16 de noviembre. Comprometido y militante del PCE desde la clandestinidad, este gigante de la escena atiende a EL COMERCIO en una pausa del rodaje de 'A pesar de todo', con Blanca Suárez, Amaia Salamanca, Macarena García, Belén Cuesta y Marisa Paredes y dirigida por la argentina Gabriela Tagliavini para Netflix. Y, con todo, este amante del Betis y del flamenco que también fue activista del 'No a la guerra', aún no soporta verse y sigue pidiendo «serenidad»: «Serenidad para poder sentarme a ver mis películas y no estar con el alma encogida, nervioso, 'acojonao'».

-Enhorabuena.

-Muchas gracias. Estoy muy contento con este premio. Me hace mucha ilusión.

-Eso se lo dirá a todos, que no son pocos.

-Este me gusta especialmente, porque es la primera vez que me dan un premio que lleva el nombre de un actor. Un gran actor que, además, fue un amigo.

-Nacho Martínez y usted trabajaron juntos en esa joya del séptimo arte que es 'El viaje a ninguna parte', donde interpretaba a un gerente teatral con pistola.

-Sí. Recuerdo que a los dos nos gustaba mucho la poesía y compartíamos esa pasión. Que nos contábamos nuestras cuitas y hablábamos de lo divino y de lo humano. Nacho era un actor fantástico, de los mejores que ha dado Asturias.

-Aquí también rodó con Garci.

-Así es: 'You are the one'. Y además fui uno de los teloneros del FICX en los inicios, cuando era el Certamen Internacional de Cine y TV Infantil. Concursé ya entonces con una película fantástica en Xixón y me comí también unas fabadas cojonudas en Casa Víctor, que me han dicho que ha cerrado, así que espero alguna recomendación (Ríe).

-Pronuncia un 'Xixón' de cine.

-Me gusta mucho esa 'equis' que tenéis, esa manera de hablar tan cadenciosa, poco agresiva.

-Y observo que, para ser una estrella, se lo tiene poco o nada creído.

-Es que creerse que uno es alguien pesa mucho. Y, además, nada nos pertenece. Lo único que en realidad te pertenece es el pellejo y los latidos. Poco o nada más.

-¿Tener conciencia social le ha perjudicado? He leído que los compañeros le pusieron como mote 'Juan Pliegos' por la cantidad de reivindicaciones que impulsaba y que ha tenido que desmentir una carta que circulaba por ahí en la que defendía la independencia catalana.

-(Risas) Eso me lo puso tu paisano de Mieres: Víctor Manuel. El muy cabronazo... Se lo inventó porque de vez en cuando estaba dándole la paliza a todo el mundo con el pliego de firmas. No. Es algo natural ante las situaciones de injusticia, de menosprecios, de rabia. A mí lo que me parece un disparate es que haya gente que pasa hambre, que en este país la hay, los desahucios o que quieran privatizar la sanidad... Todas esas cosas que todos sabemos. Lo que tienen que hacer los políticos es solucionar eso, que para eso están ahí. Hablen, carajo. O, si no, váyanse.

-En uno de sus últimos discursos confesó que era machista, pero que trabajaría en solucionarlo. ¿Cómo lo lleva?

-Con grandes contradicciones, porque es algo que no se logra de buenas a primeras. Ten en cuenta que esta sociedad la hemos construido los hombres y a veces no te das cuenta de las cosas. Ahora bien: la pela es la pela, un elemento fundamental para que haya una liberación efectiva. Lo que realmente nos hace iguales es que a igual trabajo, igual salario. Hay que terminar ya con esa discriminación. Y, después, en el día a día, pensárselo dos veces antes de meter la pata. Pero, a pesar de todo, cuesta, porque luchamos con construcciones de siglos.

-Estos días rueda rodeado de mujeres. ¿Qué tal la experiencia?

-Son unas tipas cojonudas. Y todas muy buenas actrices, además de guapísimas. Es un reparto muy interesante para una comedia negra explosiva. En realidad, más comedia que negra, pero que juega con la enfermedad, con la muerte...

-A sus 75, ¿le teme a la parca?

-No. A mí lo que me gustaría es decir un buen día: «Ay, que no me he levantado. Pues ya está. Esto es todo, macho». Lo que me jodería sería tener una enfermedad larga que, además, fastidiase a los que tienes al lado. Pero, si te toca, te toca. Hay que tomárselo con filosofía, porque la vida es un momentico.

-Ha dicho alguna vez que no necesita psiquiatra para sacudirse los demonios que debe dejar dentro interpretar a tanto malvado.

-Pues no. Imagínate: con todos los hijos de puta que hecho, ¿para qué quiero un psiquiatra si ya lo saco todo con ellos?

-Con ese carrerón, ¿qué le queda por hacer a Juan Diego?

-Todo lo que no he hecho. Y estoy convencido de que lo que no he hecho será mejor que lo que he hecho. En la vida hay que tener unas aspiraciones, pero luego ya se encarga ella de ponerte en tu sitio. Yo tengo para comer, tengo una profesión... Tú tira y, si lo que te encuentras es bueno, cógelo. Si no, pasa de largo. No te enredes mucho porque la vida está escrita por un borracho que, además, escribe torcido. No se sabe muy bien en qué consiste.

-¿Y el amor? La gran Concha Velasco lamentó en su día que no le pidiese matrimonio uno de los solteros de oro del cine español.

-No he ligado nada. Y pobre del que crea que sí lo ha hecho, porque siempre son ellas las que deciden. Ahora me han ligado porque me acabo de casar. Por el notario. Rapidito. Nos dijo: «Estáis muy guapos y os queréis. Ya estáis casados». ¡Que viva el amor y que viva Xixón!

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