Alfombra multicolor sobre azul en los Goya

Hubo dos alfombras: la exterior, en rojo, y la interior, en azul. Dos colores intensos que dieron juego en una noche multicolor y variopinta, con mucho negro, mucho blanco, mucho rojo, transparencias, escotes, lentejuelas y glamour a raudales. Y con una reina a la que siempre se mira con lupa y siempre acierta, Penélope Cruz, que escogió para los Goya en que estaba nominada junto a su hermano Eduardo un vestidazo de color negro con escote palabra de honor. La firma, no podía ser otra, Chanel, que compuso para ella una falda voluminosa a capas que se acompañaba de un cuerpo corsé.

Está claro que el negro triunfó. En ese color, y en optar por moda española, coincidieron Toni Acosta y María León, ambas vestidas por Juan Vidal. Cayetana Guillén Cuervo también se la jugó con tan nocturno color marcando cintura y con una gran falda. Anna Castillo, en cambio, prescindió de lucir piernas y apostó por un pantalón alto y ancho cuyos tirantes dibujaban el escote. Andrea Duro lo eligió para un vestido de escote ballena con rayas verticales plateadas. Maribel Verdú, discreta, brillante y guapísima con lentejuelas en el cuerpo y falda ajustada y con el pelo recogido en cola de caballo. Miriam Díaz Aroca, igualmente de negro, optó en cambio por mostrar piernas con una falda de tul transparente y chaqueta con plumas.

Seguimos con más colores. Empezando por el rojo, un clásico elegante y elegido por muchas de las invitadas, como Elena Furiase, vestida de Roberto Diz, o la influencer Dulceida, convertida en una suerte de brillante Caperucita. Carmen Machi también se decantó por el tono, con vestido largo esmoquin.

El blanco tiene su aquel y cosechó miradas en la alfombra de los Goya. Blanca Paloma, nombre obliga, se decantó por un vestido de corte sirena en ese tono de Rubén Herrera. Belén Rueda, con un look muy llamativo y elaborado con grandes lentejuelas plateadas y una larga capa en blanco, como el cuerpo, brilló y epató. India Martínez, a la que Carlos Saura llevó a ser Lorca en el teatro -hace dos semanas estuvo en Avilés- quiso también vestirse con toda la luminosidad del blanco. Carla Simón eligió claridad en el vestuario pero fue el suyo un tono rosado.

Entre las que siempre derrochan estilo, Nieves Álvarez, con un impresionante modelo de alta costura de Stephane Rolland en color café de pronunciadísimo escote y con enorme colgante, elección que compartió con Clara Lago, que apostó por las transparencias en un vestido negro de Dior. Espectacular Amaia Salamanca, con vestido de escote corazón de Zuhair Murad en ezul marino. Fue ese el color que escogió Vicky Luengo, con un tirante asimétrico y detalles plateados y de color dando brillo al look. Muy guapa y nada discreta, Aitana Sánchez-Gijón con un vestido elaborado en cuatro colores -dorado, blanco, gris y negro- en lentejuelas y con un asimétrico escote corazón.

De verde, Blanca Portillo; de violeta vaporosa y drapeada, Silvia Abascal; en azul, rosa y gris, la mexicana Cecilia Freire, de Roberto Cavalli; Ingrid García-Johnson, en un fosforescente amarillo verdoso en dos piezas que le permitía enseñar ombligo...

Hubo quien más que por el glamour apostó por la reivindicación, como fue el caso de Isabel Coixet, con una americana negra con el rostro de Masha Amini, la mujer condenada a muerte en Irán por no llevar velo, y la leyenda: «A las mujeres les gusta la libertad».

En el lado masculino, siempre hay un nombre destacado, el de Eduardo Casanova, con total look en negro con el que dejaba a la vista sus hombros y que acompañó con guantes. Aldo Comas, el marido de Macarena Gómez, optó por una chaqueta blanca pintada que dibujaba una langosta. Leiva, sin arriesgar, eligió traje marrón, camisa azul y lo acompañó de un hermoso sombrero. Albert Bosch, nominado como actor revelación por 'Alcarràs', sí que se la jugó con un traje negro estampado con moscas. C Tangana, en cambio, eligió rayas.