«A veces he ganado y otras he perdido, pero no pienso quejarme de mi vida»

Desde que se supo que Michael Douglas interpretaría el personaje de Hank Pymn en 'Ant-Man', la película de Edgard Wright, los fanáticos del comic andan revolucionados en internet. Sin duda Marvel ha tomado un rumbo distinto con esta franquicia por el misterio que ha rodeado a la película, pero si hay algo que caracteriza la carrera de Michael Douglas son precisamente sus decisiones arriesgadas, desde el inolvidable Dan Gallagher de 'Atracción Fatal' hasta el papel de Liberace en 'Behind the Candelabra'.

-¿Qué significa para usted trabajar en una película de superhéroes?

-Llevo años tratando de conseguir un papel en una película de Marvel, finalmente lo he conseguido y estoy como un niño con su golosina. Mi compañero Paul (Rudd) ha tenido más libertad para improvisar con su papel, mientras que yo debía ajustarme a los hechos, a la historia escrita de Pym. Me considero un actor afortunado porque después del cáncer me ofrecieron uno de los personajes más fabulosos de mi carrera y se lo debo a Steven Soderbergh. Estoy en un momento de mi vida en el que disfruto con mi trabajo, con mi familia. Empieza mi tercer acto y este nuevo capitulo es muy interesante.

-Usted está haciendo historia en el cine al convertirse en el primer interprete mayor contratado para interpretar a un héroe de Marvel. ¿Como describiría a su personaje, Hank Pym, miembro de Los Vengadores en los comics?

-Jamás he leído comics, pero para crear a Pym el estudio me envió cajas de tebeos que me ayudaron a entender lo que significa el personaje dentro de la saga Ant-Man y como este súper héroe es importante para el equipo de Los Vengadores.

-Usted vive un renacimiento en su carrera tras el bache que sufrió por su cáncer de garganta...

-Sí. Quiero mantener mi salud y estar cerca de mis hijos. Yo me arrepiento de muchas cosas que no hice en mi anterior matrimonio. Por eso cuido tanto a mi familia, porque necesito darles cariño y tiempo, no quiero más arrepentimientos, quiero calidad en mi vida, en mi trabajo y en mi relación.

-A sus 70 años usted muestra una sensibilidad que nunca demostró en el pasado...

-He sido de los actores que saltaba sobre un proyecto cuando se lo ofrecían, pero en esos dos años obligados de descanso llegaron tan buenos guiones a mi mesa que aprendí a elegir. Tengo una edad en la que quiero probar cosas nuevas, diferentes a lo que he hecho hasta ahora. Siento que estoy empezando otra vez. Lo que he vivido con el cáncer y luego interpretando a Liberace me ha dado la confianza para tomar otro rumbo.

-No parece darle miedo a meterse en los huesos de villanos como Hank Pym. ¿Tiene talento para la ambigüedad?

-He convertido mi carrera en un plato lleno de papeles antipáticos y no sé por qué. Trato de interpretar películas contemporáneas y no piezas de época. Me gusta estudiar la personalidad de mis personajes, dotarles de vulnerabilidad, humanidad y ese lado oscuro que todos tenemos. Disfruto con el reto de crear un papel atractivo que seduzca a la audiencia.

-¿Está contento del resultado de su carrera?

-Cada uno juega sus cartas como puede, yo creo que he apostado bien. Unas veces he ganado y otras he perdido, pero desde luego no pienso quejarme de la vida que he tenido.

-¿Le veremos en una posible secuela de Ant Man o tal vez en la próxima entrega de Los Vengadores?

-Quien sabe, quien sabe. A mí me encantaría, y creo que a mi hijo pequeño también. Seria algo maravilloso, pero aún no me han ofrecido esa oportunidad.