Canto del cisne de una temporada feliz

Una cualidad de esta gala lírica ha sido la combinación de diferentes estéticas. En la primera parte, predominio de dúos y arias mozartianas y un guiño a la ópera barroca con el dúo 'Pur ti miro', de 'L'incoronazione di Popea', de Monteverdi, además de la famosa aria de las joyas, del 'Fausto', de Gounoud; el aria 'Mi corazón se abre a tu voz', de 'Sansón y Dalila', de Saint- Saënz, y la barcarola de los 'Cuentos de Hoffmann', de Offenbach. En la segunda parte, tres arias de 'Capuletos y Montescos', de Bellini; la 'Canción a la Luna', de la ópera 'Rusalka', de Dvorak, y la romanza 'Cuando todo está tan hondo', de la zarzuela 'El barquillero', de Chapí. Y, como propina, las 'Carceleras', de 'Las hijas del Zebedeo', también de Chapí, a dúo.

Vincenzo Milletary llevó a Oviedo Filarmonía con alegría latina y muy animado, pero controlando las dinámicas para no tapar a las cantantes.

De las actuaciones de las divas destacamos la belleza de la 'Canción a la Luna', cantada por Olga Kulchynska, una soprano de una gran belleza lírica y con una tesitura homogénea y amplia. De Emily D'Angelo, entre lo más aplaudido estuvo el aria de 'Sansón y Dalila', cantada con una voz densa, muy sensual. Pero lo que puso al público de pie fueron las 'Carceleras' de Chapí. Por cierto, muy bien vocalizadas por las dos cantantes. Un éxito de gala. Broche de oro a la temporada.