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AZAHARA VILLACORTA
OVIEDO.
Viernes, 4 de septiembre 2020, 00:09
Thérèse se niega a tener hijos y a ser ama de casa, así que saca toda su furia feminista y desafía la autoridad de su marido. Se desabrocha la blusa y deja libres sus pechos, que salen volando por los aires al tiempo que le ... brota la barba y el bigote. Thérèse ya es Tirésias. Y, a partir de ese punto, cualquier atisbo de realidad en el argumento de la ópera 'Les mamelles de Tirésias ('Los pechos de Tiresias'), de Francis Poulenc, que abre hoy la temporada de la Ópera de Oviedo junto con 'L'heure espagnole' ('La hora española'), de Maurice Ravel, es pura coincidencia.
Estrenada en París en 1947 y basada en la pieza teatral estrenada por Apollinaire en 1917, el título de Poulenc es el surrealismo convertido en ópera con un divertido e ingenioso argumento de tono burlesco y absurdo sobre la procreación y los roles del hombre y la mujer. Un montaje bajo el halo del teatro del absurdo que el director de escena ovetense Emilio Sagi ya llevó al Arriaga y al Liceo y que ahora estrena en casa.
Sagi -que celebra cuarenta años de carrera- habla de «una joya» relativamente desconocida. «Una función interesantísima», de apenas una hora de duración, que en su día causó la indignación entre los puristas.
«Cuando se estrenó, fue un escándalo portentoso. Ahora espero que no escandalice al Campoamor. Y si se escandaliza, qué le vamos a hacer».
Un montaje que él ha aderezado con algunas «especias» igualmente surrealistas. Y así, por ejemplo, lleva la acción a un doble escenario contemporáneo (con la escena divida horizontalmente en dos planos), un apartamento minimalista de diseño, burgués, que se transforma al ritmo de la acción. Y, si al principio todo es gris, poco a poco acaba siendo fucsia. «Una chifladura» llena de caracoles y papagayos, un cabaret «kitch», una auténtica «casa de locas».
Porque, como explica el ovetense, «este título es un caramelín para cualquier director de escena, pero tienes que tener valor, porque no es un argumento usual. Es una señora que decide que no admite más la autoridad de su marido, que es feminista y quiere ser ministra del Interior, torera y lo que haga falta. Así que su marido, como ella no quiere procrear, es el que tiene hijos: 40.049 en total. Cuando uno se encuentra una obra así, o te vas para tu casa llorando porque no sabes cómo hacerla o tienes que añadirle un poco más de pimienta».
Sagi -claro- optó por lo segundo, aunque ha tenido que hacer algunas adaptaciones obligado por la pandemia: «Por ejemplo, en toda la escena final, el coro salía por el patio de butacas y cantaba entre el público, mientras que ahora canta en el escenario. No era lo que yo quería, pero la esencia de la obra se mantiene, igual que en 'La hora española'».
Reconoce Emilio Sagi que ya le tenía muchas ganas al título de Ravel, un compositor que adora. Una ópera que califica de «exquisitez total». «La mujer y su erotismo son otra vez protagonistas. En este caso, una mujer casada con un hombre mayor que es un gran negociante pero un poco aburrido. Todo un embrollo muy divertido en el que ella acaba liándose con un mulero que traslada relojes para arriba y para abajo con sus amantes metidos dentro», resume el argumento de este segundo título que se sitúa en «un espacio maravilloso lleno de relojes de pared» y que se completa con «un vestuario más convencional». Y lo que también comparten una y otra ópera es «una música que es una preciosidad, de gran complejidad». Todo un reto para una orquesta y un coro mermados por la covid y «unos solistas excepcionales».
Dos apuestas arriesgadas y nunca antes vistas en Oviedo para este arranque de la temporada. «Dos obras que son una locura».
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