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La bióloga argentina, esta mañana, en el pulmón ovetense. Álex Piña
El Campo de San Francisco, el gran «privilegio» de los ovetenses según Sandra Myrna Díaz
Sandra Myrna Díaz, Premio Princesa de Asturias

El Campo de San Francisco, el gran «privilegio» de los ovetenses según Sandra Myrna Díaz

La Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2019 ha participado en un paseo con estudiantes dentro del programa 'Toma la palabra'

Inés Barea

Gijón

Miércoles, 12 de marzo 2025, 19:36

«No sé si ustedes se dan cuenta del privilegio que significa tener en el recorrido cotidiano un campo de este tamaño». Con estas palabras, la bióloga Sandra Myrna Díaz, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2019, ponía en valor esta mañana la importancia de espacios como el Campo de San Francisco, un pulmón verde en pleno centro de Oviedo. La científica argentina ha compartido esta reflexión con alumnos de varios centros escolares en el marco del programa cultural 'Toma la palabra', una iniciativa educativa de la Fundación Princesa de Asturias en la que han participado 307 estudiantes de 17 centros de Asturias, Soria, Murcia y Córdoba.

El encuentro comenzaba con un recorrido guiado por el parque ovetense, liderado por Tomás E. Díaz, catedrático emérito de Botánica de la Universidad de Oviedo. Durante la caminata, el experto ha destacado la riqueza natural de este espacio, que alberga más de 1.200 árboles, entre ellos especies autóctonas como el carbayu (roble común), el castaño, el abedul o el fresno, y otras importadas como el castaño de Indias, el plátano o el tilo plateado. En su intervención, ha querido hacer una mención especial a las majestuosas encinas, de las cuales solo quedan tres ejemplares, y a un único ejemplar de alcornoque, recientemente plantado. También hubo espacio para hablar del eucalipto y la falsa palma de Nueva Zelanda antes de que el grupo se detuviera a admirar el carbayu más longevo del parque, ubicado muy cerca del árbol más alto del recinto: un plátano de 37 metros.

«¿Piensan que esto es la naturaleza?», preguntaba a los estudiantes Sandra Myrna Díaz. «Está lleno de cosas vivas. Para mí, la naturaleza es todo lo viviente». En el marco de esta actividad, la científica ha invitado a los alumnos a reflexionar sobre la 'ceguera vegetal', un fenómeno que impide a muchas personas percibir la riqueza natural que les rodea en su día a día. «Mucha gente no se da cuenta de que hay plantas vivas a su alrededor porque son muy distintas a nosotros. Como están quietas, parece que no hacen nada, pero no hace falta que les diga todas las cosas que las plantas hacen por nosotros. Creo que hay toda una cultura que nos hace focalizarnos más en los animales que en las plantas», ha añadido en el acto posterior.

Desde el colegio Santo Ángel de Gijón, uno de los participantes en la actividad ha destacado la importancia de complementar el trabajo de aula con estas experiencias directas. Antes del encuentro, los alumnos habían realizado un proyecto de investigación y esta visita ha sido un «acierto» para «ver en primera persona la motivación de su trabajo», explicaba una de sus profesoras. En esta actividad interdisciplinar, las asignaturas de Biología y Geología y Geografía e Historia se unieron para analizar la relación de los árboles con su entorno, con especial atención a las especies autóctonas de Asturias. Uno de los alumnos del centro señala que se lleva del Campo una nueva visión de «la flora que nos encontramos en este parque, que es una de las más importantes de España». Y reconoce: «Había venido un par de veces, pero no con este detalle. Además, somos de Gijón y no solemos tirar para esta zona de Asturias».

El broche final del encuentro lo ha puesto la propia Sandra Myrna Díaz con la plantación de un carbayu en la parte más alta del parque, un gesto simbólico que refuerza el valor de la biodiversidad y la conciencia ambiental. Más tarde, los alumnos se han reunido en el salón de actos del Colegio Dulce Nombre de Jesús, donde también han acudido estudiantes de Alcantarilla (Murcia) y Lucena (Córdoba), así como de otros centros educativos asturianos. Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación Princesa de Asturias, se mostró «impresionada» por la acogida del programa y la cantidad de alumnos que llenaban el auditorio. «Con esta acogida, nos animaremos a hacer más cosas en el futuro», concluyó.

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