Las autoridaes, en la presentación, ante algunas de las mujeres que prestaron su testimonio oral para este proyecto. JUAN CARLOS TUERO
Actividades en El Botánico

La memoria oral se transforma en arte en Gijón

El Botánico acoge las instalaciones artísticas de Lorena Lozano que nacen de los conocimientos recogidos en los pueblos sobre plantas medicinales

M. F. Antuña

Gijón

Martes, 19 de julio 2022, 21:51

Es una 'Toma de tierra'. En el sentido más literal, porque acude a la raíz misma, a la memoria oral para construir arte contemporáneo. El proyecto artístico vinculado al programa 'Xacobeo, una ruta por los territorios de nuestro imaginario', que implica a ... nueve comunidades autónomas a través de Acción Cultural Española, busca precisamente la conexión entre personas y disciplinas artísticas, intenta dinamizar territorios y hacer una lectura diferente de la cultura inmaterial.

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Atraviesa el ambicioso proyecto cultural toda la geografía y en Asturias se detiene en la memoria oral. Y por eso la consejera de Cultura, Berta Piñán, mujer orgullosa de ser de pueblo, se manifestaba feliz en la inauguración al ver cómo los testimonios de mujeres de los Oscos, Vegadeo y la comarca de Santo Adriano sobre plantas medicinales han sido empleados por Lorena Lozano, artista del colectivo Econodos, para elaborar las instalaciones que ya se pueden visitar en el Jardín Botánico Atlántico. Recordaba Piñán que ha servido para fusionar «el Camino de Santiago, la naturaleza y la memoria» y que el saber y la experiencia están en la esencia de un proyecto que es fruto de su generosidad.

Muchas de las mujeres que tomaron parte en los talleres creados 'ad hoc' escucharon atentas sus palabras, y las del concejal gijonés Aurelio Martín y la directora de Programación de Acción Cultural, Isabel Izquierdo. «Este proyecto demuestra que sois cultura viva», subrayó la consejera asturiana, que vio poesía en el resultado final. También la vio Tere Martínez, de los Oscos, que compartió sus conocimientos sobre el árnica y calificaba el resultado final de «buenísimo».

Lo que Lorena Lozano y su equipo han creado es una caja de Ward, una especie de invernadero transportable que en el siglo XIX permitió trasladar por el mundo cacao, bananas o café. Pero hay más, una de las propuestas más sugerente se ubica en la casa de baños, donde los sonidos recogidos de las narraciones orales de las personas participantes se emiten y se acompañan de todo el olor que desprenden todas esas plantas que tanto ayudado en el día día. Hay, por último, una serie de imágenes que conducen directamente a otro territorio próximo y cercano al tiempo, el de la divulgación científica, que tiene su hueco en el proyecto artístico a través de las fotografías captadas mediante microscopio del polén. Una mirada diferente hacia la botánica, hacia toda la naturaleza que los peregrinos hallan en el Camino de Santiago, que es –lo dijo la consejera– «una fuente de riqueza de un valor incalculable».

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