Secciones
Servicios
Destacamos
LUCÍA LÓPEZ PÉREZ
AVILÉS.
Jueves, 25 de agosto 2022, 01:18
«¿Qué es ser hombre? Molina y Valentín son compañeros de celda. Molina es una mujer en un cuerpo de hombre, encerrado por seducir a ... un menor. Valentín es un activista político que quiere cambiar el mundo, torturado durante los interrogatorios». Esta es la premisa de la que parte 'El beso de la mujer araña', la obra que Manuel Puig escribió en 1976 y que años después adaptó al cine bajo la dirección de Héctor Babenco. Ahora esta «historia prohibida que saca a la luz la necesidad de amar del ser humano» llega al teatro Palacio Valdés de la mano de Eusebio Poncela -en la piel de Molina- e Igor Yebra -en el papel de Valentín-, y bajo la dirección de la creadora multidisciplinar Carlota Ferrer. El estreno será mañana, a las 21 horas, en el marco de las fiestas de San Agustín.
Yolanda Alonso Fernández, responsable de Cultura del Ayuntamiento de Avilés, expresó ayer en la presentación de la función su sorpresa respecto al público que está acudiendo este verano al teatro: «Es muy difícil en estos tiempos encontrar abonados en el teatro porque la gente está con miedo, pero en cambio en el Palacio Valdés seguimos manteniendo nuestros abonados y la pasión por el teatro. La prueba es que están prácticamente todas las localidades vendidas».
Algo que no es de extrañar, pues la afición del público avilesino por la escena viene casi desde la apertura del mismo y, a día de hoy, sigue manteniéndose. Un dato que el actor Eusebio Poncela no pasó por alto: «El espectáculo anterior estuvo lleno y no sabes la alegría que da ver el teatro así».
Parece que ellos también lo conseguirán con su obra, un homenaje a Manuel Puig, quien «acortó la trama para llevarla al teatro y posteriormente a la película de la que estamos muy enamorados. También lo hemos estado de esa ternura, de ese niño que tenemos todos cuando vamos al cine», contaba Carlota Ferrer, para quien la historia debe ser «un reto pero también una diversión». Nueve cuadros con todo tipo de estilos que hacen de una obra «divinamente escrita» una historia «emocionante y conmovedora», en palabras de Eusebio Poncela. «Al llegar al cuadro ocho hay veces que en el ensayo me pongo a llorar, a mí no me gusta emocionarme hasta ese punto. En el teatro es mejor que tú emociones a la gente», confesaba el actor, aunque lo verdaderamente emotivo llega en «los dos últimos cuadros, más naturalistas y conmovedores».
Igor Yebra representa la otra cara de la moneda, la opuesta al personaje de Poncela. Un preso político que encuentra en su compañero un espejo en el que mirarse: «Es una obra muy pop aunque a veces tomemos la palabra como algo malo, pero es todo lo contrario. Me encantaría que el autor viera este montaje porque estoy seguro de que le iba a fascinar». Pese a haber «eliminado el contexto histórico, en el sentido de que hay unos opresores en general que pueden llevarse a cualquier dictadura del mundo», la realidad en 'El beso de la mujer araña' no deja de estar nunca presente en la actualidad. Desde la «la libertad del amor sin etiquetas» hasta tocar la dualidad entre lo privado y lo público -«Hay algo de cómo uno políticamente piensa y cómo se comporta en su vida privada»-, pasando por la expresión de género y la sexualidad. Todos ellos temas comprometidos que hacen que «todavía hoy tenga que ser necesario dar luz a aquello que está oculto».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Una moto de competición 'made in UC'
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.