No hay recoveco relacionado con la cocina que no explore Benjamín Lana. Su nuevo reto se llama FéminAs, el Primer Congreso Internacional de Gastronomía, Mujeres y Medio Rural que traerá a Asturias, entre mañana y el miércoles, a casi un centenar de nombres de primer ... nivel.
Publicidad
–¿Qué es FéminAs más allá de la definición oficial?
–Muchos de los congresos verticales que estamos haciendo dan respuesta a temas que son candentes y relevantes en la sociedad. En FéminAs, hay tres interconectados: la sostenibilidad, la visibilización de la mujer en muchos ámbitos y otra visión del mundo rural, pues estamos en un momento en que todo se está repensando. Hablamos de tres elementos que, conjugados, son realmente algo novedoso. Pretendemos que los congresos puedan ser cabezas de ratón y no copias.
–Hace años, las esferificaciones y lo molecular llegaron a parecer el camino. ¿Qué garantía tenemos para que ahora lo rural no termine siendo solo una moda reforzada, además, por la pospandemia?
–Que no es cuestión de un país solo, sino del mundo occidental, donde existe la necesidad de revisar lo que hacíamos bajo el pensamiento de que el planeta es lo primero y el que nos está diciendo que así no podemos seguir. Y desde un punto de vista social ocurre lo mismo; la idea de que la ciudad va a ofrecer una vida mejor que el mundo rural, mensaje imperante los últimos 80 ó 100 años, también se ha agotado. La ciudad ya no es tierra de oportunidades. Hay una revisión sobre qué tenemos que hacer, cómo vamos a vivir y cómo encajará todo. Estamos hablando de ideas de fondo que van a tener recorrido, por lo que no creo que se trate de una moda.
–¿La gastronomía qué hace?
–Puede ser una herramienta de transformación social o una moda, algo lúdico o un producto de la televisión, depende cómo se aprecie. Nosotros estamos interesados en esa capacidad de visibilizar, transformar y garantizar mejores situaciones de vida.
Publicidad
–Asturias ha empezado a mirarla de esa manera. ¿Qué tiene que hacer para enfocarla bien y no caer en el 'malturismo' gastronómico?
–Cada vez más, está creciendo un nuevo turismo gastronómico con el que se puede trabajar un discurso más profundo y no vender solo las dos o tres cosas típicas como si Asturias fuera eso. A este nuevo cliente se le puede enseñar realmente todo aquello que existe y se produce en el Principado porque desea conocerlo y tiene la capacidad de comprender cosas más complejas. El nuevo modelo rural de consumo que se plantea va a permitir que pequeñas producciones que eran inviables hace unos años pongan en valor su producción y, al final, tengan precios mayores y puedan vivir de ello.
–¿Lo rural está preparado para afrontar lo que vendrá?
–Tendrá que adaptarse, el tema es que esto afecta desde muchos ángulos: social, económico, político, de las inversiones... Habrá que ver qué pasa con todo ese dinero que llega de Europa, qué hace falta en las zonas rurales para que realmente sean sitios atractivos para vivir. La pandemia ha mostrado que se pueden hacer desde casa muchas actividades que antes era necesario que fueran presenciales, como trabajar, por lo que un planteamiento de inversión en infraestructura y dotación de herramientas facilitaría su integración. Los sistemas productivos también se irán adaptando a las nuevas demandas, pero sobre todo en otras zonas de España, porque en Asturias la mayoría de cultivos son pequeños y muchos enfocados ya al producto de calidad; en la medida que se incremente su conocimiento, se incrementará también su consumo. Piense, por ejemplo, en la quinua: hace 15 años solo la conocían en dos o tres países y ahora es uno de los alimentos más consumidos en el mundo. No digo que esto siempre sea bueno, pero sí que se puede producir una apuesta de valor de un producto que de repente se comercializa de una manera mejor y está mucho más valorado y permite vivir con dignidad en el mundo rural a más gente.
Publicidad
–¿Hemos llegado a perder la identidad?
–Depende para qué cosas. Asturias creo que todavía tiene mucha realidad, muchas oportunidades, productos y paisajes. Lo primario ha seguido vivo, se ha ido reduciendo y se tendrá que transformar, sí, pero no se perdió del todo.
–¿Cuánto es de necesario, a estas alturas, un congreso que focalice en las mujeres?
–Mucho, nunca está de más. Lo que no pretendemos es hacer reduccionismo ni un planteamiento agresivo contra nadie ni discriminador. Al revés, integrador.
Publicidad
–Posicionar tanto el nombre puede inducir a error, ¿no cree?
–Lo primero que hicimos fue abrir el diccionario de la RAE para leer las acepciones de 'fémina' porque no queríamos un nombre que pudiera malinterpretarse o estuviese en sí mismo cargado de connotaciones complejas. La única definición que encontramos lo hacía sinónimo de mujer. Y añadiendo 'As' nos permitía localizarlo en Asturias.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.