Corín Tellado fue, desde luego, una mujer totalmente fuera de lo común. Comenzó a escribir y a publicar en una España donde las autoras eran la rarísima excepción en un mercado editorial prácticamente exclusivo de los hombres y, lo que es más difícil, alcanzó el éxito en una masa de lectores cada vez más amplia que pronto desbordó las fronteras nacionales y las del idioma. Quince años después de su muerte, sigue ostentando el récord guinness de haber vendido más de 400 millones de ejemplares de sus obras, (entre 4.000 y 5.000 títulos), y de ser la escritora en español más leída después de Cervantes. Ayer, un homenaje recordaba en el Centro de Cultura Antiguo Instituto a esta asturiana universal nacida en Viavélez (El Franco) en 1927 y fallecida en Gijón en la primavera de 2009.
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El acto, promovido por el Aula de Cultura de EL COMERCIO en colaboración con el Ayuntamiento de Gijón, en el marco del tributo que se le rinde a la novelista en su ciudad adoptiva con motivo del quince aniversario de su desaparición, contó con la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón, y reunió en un coloquio a su hija Begoña Tellado, la periodista y escritora María Teresa Álvarez y Socorro Suárez Lafuente, catedrática de Filología Inglesa de la Universidad de Oviedo y vicepresidenta del Ateneo Jovellanos. El encuentro, moderado por la jefa de Contenidos de este diario y coordinadora del Aula, María de Álvaro, dejó pequeño el salón de actos del CCAI, al que acudieron la concejala María Mitre, los diputados Pilar Fernández Pardo y Manuel Cifuentes, el arquitecto Diego Cabezudo y los expresidentes del Ateneo Jovellanos Luis Rubio e Isabel Moro, entre otros. Sirvió el acto para mostrar, desde la perspectiva de las invitadas, a la Corín escritora, mujer y madre.
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Previo a esa semblanza a tres voces, los asistentes pudieron acercarse a su figura a través del vídeo conmemorativo del quince aniversario producido por EL COMERCIO Audiovisual en el que el propio testimonio de Corín Tellado se vio complementado con las palabras de sus hijos Begoña y Chomin, sus nietos Alejandra y Julio, o las de su biógrafa María Teresa González, para quien la novelista «era feliz escribiendo porque sabía que hacía felices a sus lectoras». Tras la proyección, la regidora Carmen Moriyón quiso sumarse al homenaje «como lectora de Corín y como gijonesa», destacando que Tellado «fue para millones de personas una puerta abierta y accesible a la cultura, una mujer que supo de una forma apasionada y reconfortante acompañar».
Para María de Álvaro, el tributo de ayer era un ineludible «acto de justicia con una mujer que revolucionó las letras en castellano» y para corroborarlo citó uno de los muchos elogios que le dedicó su admirador confeso Mario Vargas Llosa cuando la definió como «el fenómeno sociocultural más notable que experimentó la lengua española desde el Siglo de Oro». La responsable del Aula de Cultura impulsó el debate planteando a las invitadas qué significaba para cada una de ellas Corín Tellado. «Para nosotros fue siempre la madre y la escritora. Supuso nuestro flotador y nuestro paracaídas. Sigue muy presente en nuestra vida», afirmó Begoña, mientras María Teresa Álvarez desvelaba que «la primera imagen que tengo de ella es la cara de felicidad de mi madre cuando leía sus novelas. Así me inculcó a mí el amor por la lectura y Corín hizo eso mismo con numerosas generaciones a las que ayudó a soñar. Como mujer supo salir adelante y ser ella misma».
La profesora Suárez Lafuente (que dirigió la única tesis sobre su obra literaria) no tuvo duda en señalar que «lo mismo que había hecho un siglo antes Jane Austen, Tellado contó la vida de las mujeres de su tiempo y también como en el caso de la autora de 'Orgullo y prejuicio', su literatura no mereció la atención de la crítica académica de su época».
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En cuanto a las aportaciones de las novelas de Corín a lo que hoy llamaríamos empoderamiento de las lectoras que la seguían en una sociedad que las relegaba a un segundo plano, la catedrática gijonesa subrayó cómo eran las protagonistas de sus ficciones: «Son mujeres que viajan, trabajan, disponen de su propio dinero y además al final conquistan al 'mocín' deseado». Por ello, a la cuestión de si podría calificarse de feminista a la escritora, la respuesta fue unánime: «Una feminista total, que no es decirlo, sino una manera de ser y vivir». Pero la narradora a la que elogiaron Vargas Llosa, Cabrera Infante o Luis Sepúlveda fue ante todo, tal como expresó su hija Begoña, alguien que «no pretendió nunca nada que no era ni escribió nada que no fuera», una persona discreta, sencilla, trabajadora y que disfrutaba en compañía de los suyos. Y que «sigue muy viva», como se recordó en el coloquio, no solo en sus millones de lectores, también en los nuevos formatos de entretenimiento y la prueba, la serie 'Colisión' que HBO México estrenará próximamente sobre una obra suya.
Nuestro periódico, que fue también la casa de tinta y papel de Corín Tellado, contribuirá a que siga manteniéndose esa vitalidad indiscutible de su literatura para todos los públicos y al homenaje que le rinde Gijón con la edición de la que fue su última novela: 'Milagro en el camino', publicada por entregas en EL COMERCIO entre agosto y septiembre de 2008 y que hasta ahora solo podía leerse en formato digital. Ayer, su nieta Alejandra leyó de forma muy sentida el primer capítulo para cerrar el acto. Así, fueron las palabras de la propia Corín las que pusieron broche a la jornada.
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