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El escritor catalán Carlos Bassas del Rey. E. C.
«Soy librófago, porque me encanta devorar libros»

«Soy librófago, porque me encanta devorar libros»

Carlos Bassas del Rey. Escritor ·

El autor presenta hoy en el Aula de Cultura 'Cielos de plomo', una historia de amistad, anhelos y ambición. Una historia de venganza

Viernes, 12 de febrero 2021, 01:52

1843. Crímenes y anhelos se mezclan por las calles de una Barcelona que, sin alma, asfixia a sus propios hijos entre sus murallas. Realismo social, aventuras y misterio clásico envuelto de novela negra. Así es 'Cielos de plomo' (HarperCollins, 2021), la última novela de Carlos Bassas del Rey (Barcelona, 1974). Una historia que hoy presenta en el Aula de Cultura del diario EL COMERCIO, en un acto que será retrasmitido a través de su web a las 19.30 horas.

-¿Qué es para usted escribir?

-Además de mi profesión, probablemente mi mayor pasión.

-¿Desde cuándo?

-Desde que tengo conciencia de mí mismo. He seguido el camino habitual de todos los que han acabado siendo escritores. De la lectura, saltando por distintos géneros, hasta llegar a uno que te enamora, en mi caso el género negro, donde te quedas ya no solo como lector, sino como escritor.

-He leído que es usted 'librófago', ¿es cierto?

-Generalmente se suele decir que uno es librófilo porque queda más elegante. En mi caso, soy librófilo, evidentemente, pero soy librófago, porque me encanta devorar libros. Tiene un componente carnal, físico, de relación con el propio libro. Tenerlo en las manos, la portada, el olor de la tinta... Soy un fetichista del libro físico.

-¿Y tiene algún libro especial al que siempre vuelva?

-Probablemente, el libro que más veces haya leído, al que siempre vuelvo, sea 'Matar a un ruiseñor', de Harper Lee. Tengo una primera edición en castellano, la pobre está muy mayor y con achaques, y huele a libro viejo. Me parece una historia maravillosa, deliciosamente contada, que tiene, además, ese componente de ser, como 'El guardián entre el centeno', de esas novelas de autores que escriben una única obra que se convierte en relato de culto.

-Y para el autor, quizá en relato maldito.

-Sí y no. Por un lado son relatos que han trascendido generaciones, grandísimas novelas, en el caso de 'Matar a un ruiseñor' ganó el Pulitzer, pero luego sí es verdad que ha habido autores que no han pasado de ahí. Bien porque no han encontrado una historia a la altura, bien porque la presión de la fama les pudo.

-¿Y usted que preferiría? ¿Una única novela de culto o varias normales?

-Como soy un escritor normalito y práctico, si una me diera para vivir el resto de mis días, ni tan mal. Seguiría escribiendo, seguro, aunque no publicara.

-Escribiría para sí mismo.

-Sí, aunque, en el fondo, todos escribimos para que nos lean. Con la intención de que esa historia que ha estado dando vueltas en nuestra cabeza alcance la luz. Yo creo que esos escritores que dicen que escriben solo para sí mismos, que no les importa si la novela se publica, mienten.

-Su última novela, 'Cielos de plomo', está catalogada como novela negra, pero usted ¿dónde la encuadraría?

-Yo la catalogaría más como una novela de misterio y aventuras de corte clásico. Aunque lo que hacemos los escritores es hibridar. Nunca escribes en un género puro.

-Una novela en la que también se da un fuerte realismo social.

-Es inevitable que los escritores de género negro cultivemos el realismo social. Se viene haciendo desde sus inicios y siempre ha estado pegado a la realidad social más oscura y sucia del momento. Dicho lo cual, no soy de los que considera obligatorio que una novela negra se deba al realismo social.

-Uno de los ejes principales, al margen de la investigación, es los anhelos de los personajes.

-Tener una vida mejor, amar, poseer cosas, salir de la miseria, solucionar las grietas que se han abierto bajo sus pies... Es consustancial a la propia literatura. Tiene que ver con el elemento central más importante de cualquier ficción dramática, que es el conflicto. Y una forma de poner a un personaje en conflicto es dotarlo de un anhelo que parece imposible para él.

-¿Y son estos personajes atormentados los que prefiere crear?

-Sí porque cuanto más extremo es un personaje, más fácil es de construir. También pasa con el cine. Nunca dan el Oscar a alguien que ha hecho un personaje atormentado, pero a nivel normal.

-También ha escrito poesía.

-Como aficionado, he cultivado el Haiku. Saqué un librito hace un tiempo porque soy muy fan de todo lo japonés.

-¿Por qué Japón?

-Me viene desde pequeño. Empezó con las artes marciales y las películas de samuráis, y eso derivo en intentar combinar esa pasión por Japón con la literatura creando una serie de novelas ambientadas en el Japón del siglo XVII.

-Al escribir géneros tan distintos, ¿no le da miedo perder lectores de uno a otro?

-Siempre da vértigo cambiar de género de forma radical pero, como escritor, si no me reto constantemente, moriría desde el punto de vista literario.

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