Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS

La Banda de Música de Avilés entregará su insignia al Conservatorio

Mercedes García Martínez, presidenta de la Banda de Música de Avilés, anunció ayer que el próximo 24 de noviembre entregarán su insignia de honor al Conservatorio Profesional Julián Orbón. Se hará en el marco de la celebración de Santa Cecilia, patrona de la música, en la iglesia de San Nicolás de Bari. En su intervención en el Aula de Cultura de LA VOZ DE AVILÉS avanzó también las líneas de financiación que pretenden explorar a partir de ahora, como la captación de socios y la colaboración de alguna empresa.

Fue la parte más informativa de una sesión en la que, acompañada por la música más veterana en la formación, Berta Rivas López, y por Misael Fernández Contreras, la última incorporación, detallaron su filosofía y modo de trabajo porque de la historia se encargó el periodista Giuseppe Montoto, que aunque asistió como público se le requirió en la tarima para resumir la historia de una formación musical que nació en 1890 cuando Atanasio Carreño era alcalde.

«No somos una banda municipal, que es uno de los grandes errores que se cometen cuando hablan de nosotros», aclaró Montoto, que disculpó en cierta manera la equivocación porque durante muchos años lo fue y porque en la actualidad «el principal benefactor es el Ayuntamiento». Lo es porque paga por las actuaciones de la banda pero, como quiso aclarar Berta Rivas, «con ese dinero se paga a los músicos, pero los que estamos en la banda es porque nos gusta porque esas dietas no cubren los gastos». De ahí que el asunto de la financiación sea uno de los objetivos centrales en la actualidad.

Y tanto le gusta a ella tocar que lleva en la formación desde 1984. Llegó a coincidir con su marido y su hijo, pero al final solo ha permanecido ella tocando el fagot tras pasar antes por otros instrumentos. La presidenta Mercedes García, que lleva en el cargo desde el pasado 23 de junio, empezó «muy tarde» a estudiar música, con 50 años. Pero cogió velocidad de crucero porque tras matricularse en contrabajo se cambió al saxofón y «luego me pasaré a otro», comentó divertida.

El miembro más joven es Misael Fernández, que además ayer tocó el clarinete a dúo con Pablo Martínez. Ambos protagonizaron un momento muy emotivo al agradecer a sus progenitores el apoyo familiar. Misael está en cuarto de enseñanza elemental de clarinete en el Julián Orbón, pero su pertenencia a la Banda de Música es complementaria. Aseguro «haber mejorado bastante» por ejemplo en la lectura rápida de partituras porque, según explicó, en el conservatorio no te puedes unir a la orquesta hasta que pasas a la enseñanza profesional y además no es lo mismo acompañado.

Berta Rivas reconoció en esta larga historia momentos álgidos, como la década de los años 50 y 60 del siglo pasado, y otros más bajos, en los que incluso sobrevoló el fantasma de la desaparición. Pero «se produjo un cambio y hubo como un boom» y aunque ahora no es aquella época álgida, «estamos en la subida y esperemos llegar un poco más arriba».

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