Rosina Gómez Baeza, exdirectora de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial. María Gil Lastra

Rosina Gómez-Baeza: «Zapatero a tus zapatos, no se puede ser director artístico y gerente al mismo tiempo»

La que fuera directora de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial defiende y aplaude la gestión artística de Pablo DeSoto, recién cesado por el patronato

Jueves, 6 de febrero 2025, 13:04

Rosina Gómez Baeza se puso al frente de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial desde la creación de la instalación cultural gijonesa en 2007 hasta el año 2011. La experta en arte contemporáneo tenía sintonía con Pablo DeSoto y no hace ... mucho se reunieron y coincidieron en que sería importante que el espacio tuviese su propia colección de arte digital. Y ella, ahora, conocedora de lo ocurrido, defiende y aplaude su gestión artística. «Ha conseguido preservar el legado anterior, el objeto del centro», asegura la experta en arte contemporáneo, que subraya que la administración pública «tiene sus normas y hay que observarlas».

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Llegados a este punto, y ante el inicio de un nuevo ciclo, la impulsora del proyecto sostiene que es necesario que al patronato retorne la empresa privada. «El futuro del centro tiene que ser público/privado, la participación de las empresas del ámbito de la tecnología es obligada», subraya, y revela que ese fenómeno sí se está dando en otros países. También tiene claro Gómez-Baeza que el modelo de director artístico y gerente no sirve: «Zapatero a tus zapatos, o sabes de una cosa o sabes de otra, no se puede ser director artístico y gerente al mismo tiempo, es necesario trabajar con una gestión que sea absolutamente profesional», concluye.

Los motivos del cese de DeSoto

El patronato de Laboral Centro de Arte y Creación Industrial cesó el pasado 3 de febrero a Pablo DeSoto tras discutir en una reunión extraordinaria una moción de confianza que finalmente se resolvió en contra del artista gijonés. Ocurría tras analizar un informe de la Inspección General de Servicios del Principado, que sembraba importantes dudas sobre su gestión.

El documento recoge irregularidades presupuestarias varias, en las contrataciones y en los pagos –algunos sin justificar–, que han puesto en solfa los principios de «profesionalidad, integridad, objetividad, competencia, responsabilidad, buena fe y lealtad institucional, observando un comportamiento ético de sus funciones», a los que se debe el director y gerente del centro de arte. Además, si bien deja fuera de duda su capacidad y entrega para llevar la dirección artística del equipamiento, sí cuestiona su labor como gerente, acusándole de desatender sus funciones y de priorizar los resultados a los preceptivos trámites administrativos que garantizan su limpieza.

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Pablo DeSoto, por su parte, atribuye su cese a las acusaciones de tres trabajadores en las que se sustenta una parte importante del informe de la Inspección General del Principado analizado por el patronatos. DeSoto refleja en 22 páginas de alegaciones el conflicto generado con estos empleados y aporta el testimonio de otros cinco que salen en defensa del ya exdirector, quien relata la existencia de una «línea de acoso» con el resto de trabajadores y con él mismo.

Uno de los golpes más fuertes atestados a la gestión de DeSoto en el informe de Inspección se refiere a la presentación de un proyecto europeo, 'Utopia is not an Island', ideado y redactado por su pareja, por el que de haber sido elegido –que no lo fue– ésta podría haber cobrado en el futuro 28.000 euros como comisaria. DeSoto argumenta que es una práctica habitual contar con colaboradores externos para la presentación de proyectos, cuyo trabajo suele pagarse con entre 6.000 y 9.000 euros y que, en el caso de su compañera, no se cobró nada por esta labor. «No existe ningún pago de la Fundación por este u otro proyecto» a la organización en la que ella trabaja. Además, defiende que fue él mismo quien informó por correo electrónico y teléfono al director general de Patrimonio del Principado y vicepresidente del patronato de Laboral, Pablo León Gasalla, sobre la participación de su compañera en dicha convocatoria, en un acto de «transparencia total y constante», lo que se contradice con una supuesta intención de cometer alguna ilegalidad. Y, una vez informado de los problemas que desarrollar el proyecto podría acarrear, el propio informe de la Inspección recoge la voluntad de DeSoto de renunciar al proyecto si finalmente hubiese resultado ganador.

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