El Museo de Bellas Artes de Asturias recibe un retrato de Leopoldo Alas Clarín obra de José Robles

Fue esta una de las buenas nuevas que se escucharon ayer en la reunión de la Junta de Gobierno del Centro Regional de Bellas Artes, que así se llama hasta ahora oficialmente el museo asturiano, que, una vez se apruebe definitivamente la ley a cuyo anteproyecto se acaba de dar el visto bueno, se llamará como se le conoce en realidad, es decir, Museo de Bellas Artes de Asturias. Ha de pasar ahora ese documento al Consejo de Gobierno del Principado en primer término y después al Parlamento para su aprobación definitiva.

El museo funciona desde 1988 a través de un reglamento. En los dos últimos años se puso en marcha una comisión de reforma del mismo y la propia administración autonómica y sus juristas advirtieron que en lugar de un reglamento era más atinado elaborar una ley. Y eso se ha hecho. «Se hicieron varios borradores y ahora ya se finiquitó», señalan fuentes del órgano de gobierno. A efectos cotidianos, no supondrá demasiados cambios, pero sí legalizará algunos aspectos que estaban en el aire o generaban ciertas dudas. «Esta es una ley de nueva planta, que parte de cero, ya no se va a llamar Centro Regional de Bellas Artes de Asturias, sino Museo de Bellas Artes, hay cuestiones puramente semánticas y otras de fondo», reseñan las mismas fuentes.

Hubo también tiempo para nombrar a los dos miembros internos que formarán parte de la comisión que habrá de elegir al nuevo director del museo que sustituirá a Alfonso Palacio tras su marcha a Madrid como director adjunto del Museo del Prado. Será Leopoldo Tolivar Alas quien, tras haber sido designado por unanimidad, presida esa comisión que integra, asimismo, a Elisa Collado como representantes del órgano de gobierno. Falta ahora que la Consejería de Cultura decida, sobre un listado que incluye nombres importantes vinculados con el mundo artístico, las otras tres personas que analizarán las candidaturas.

El proceso todavía requerirá tiempo. Se publicó en el BOPA la pasada semana la convocatoria, se publicarán en breve una serie de correcciones y habrá que esperar la llegada de los candidatos. El perfil que se busca es similar al de Alfonso Palacio y no se descarta que puedan llegar candidaturas no solo desde España, sino también desde otros países de la Unión Europa. Aún es pronto para hablar de cuándo habrá nuevo director, pero todo indica que habrá que esperar al verano. «Si nos viniera algún experto de otro lado, sería estupendo, queremos que venga lo mejor», señalan desde la Junta de Gobierno del organismo autónomo, que es la consideración jurídica que tiene el equipamiento cultural asturiano y que es una de esas erratas a corregir de la convocatoria.

En todo caso, el proceso está en marcha y esas cinco personas serán quienes realicen primero reuniones virtuales y más adelante las entrevistas y los análisis de los proyectos que presenten los diferentes candidatos.

Llegará quien dirija el museo los próximos años en un momento histórico, afrontando la última fase de la ampliación, que le colocará en una nueva dimensión al hacer operativos los almacenes, mejorar las comunicaciones entre los diferentes edificios que componen el complejo, además de contar con un salón de actos propio y una tienda y una cafetería con vistas a la Catedral. Desde que se inaugurara la primera fase de la ampliación que firma el arquitecto Patxi Mangado, la cifra de visitantes no ha parado de crecer, de la misma manera que han crecido los fondos, a través de sobresalientes donaciones como la Arango o depósitos como los provenientes del Museo del Prado.