El genio de Da Vinci se empadrona en el Náutico

El nombre es título e invitación: 'Leonardo da Vinci. Observa. Cuestiona. Experimenta'. Un buen consejo para aprovechar en toda su extensión la muestra, que estará abierta hasta el 23 de julio. La aventura es doble ya que el espectáculo se desarrolla tanto dentro, como fuera. La carpa protege en su interior algunos de los ingeniosos engranajes que en su día salieron de una de las mentes más brillantes de todos los tiempos, pero hay mucho más. Juegos de sombras, pantallas interactivas y estanterías llenas de objetos diferentes, como una cinta métrica o un boomerang, retan al visitante a poner a prueba su propio ingenio.

Sin más techo que el cielo, en el exterior y esparcidas por el Náutico, cuatro maquetas representan «algunas de las ideas más modernas y premonitorias de Leonardo». El 'Tornillo Aéreo' o el 'Barco de Palas' dan muestra del genio de su polifacético creador. Estas representaciones abarcan años de trabajo e investigación y nos acercan a la teoría de la densidad del aire a través de un gran tornillo giratorio que pretende cortarlo o a los secretos de un barco autopropulsado.

Queda claro con un primer vistazo. El objetivo de la muestra no es otro que extender conocimiento entre personas de todas las edades y niveles educativos, así como presentarles el mundo de Leonardo desde un punto de vista contemporáneo. Para cuando eche el cierre, Da Vinci será un playu más.