Gregorio Peña Varona, el hombre en la sombra

Pero, ¿quién es Gregorio Peña Varona? Pues los que mejor le conocen hablan –siempre sin dar nombres– de «un empresario nato» y de un «innovador en los sectores económicos en los que ha aterrizado», que no son pocos. Un lince de los negocios que ha amasado un enorme poder y ha tejido redes que van de la abogacía a la prensa, pasando por el rescate de empresas en apuros.

A sus 65 años y padre de tres hijas, Peña Varona ha levantado su imperio industrial desde su despacho en la madrileña calle Ruiz Alarcón, 7, donde tiene su centro neurálgico Peña Abogados, un bufete creado en 1980, especializado en derecho mercantil y tributario y que le ha permitido ocupar puestos de responsabilidad en varias decenas de empresas cuya área de influencia extiende también por campos como el hotelero, las infraestructuras metálicas o el mundo de la comunicación.

El Registro Mercantil certifica que el letrado ha ocupado hasta cuarenta cargos en 76 mercantiles. Desde Ávila a Barcelona, pasando por Cáceres, La Coruña, Madrid, Murcia, Salamanca, Tenerife, Toledo o Valladolid.

Eólicas Montesinos o la conservera de frutas y hortalizas Elagon son algunas de sus 'aventuras' empresariales, pero la joya de su emporio es Imedexsa, con sede en Casar de Cáceres. Una firma que ha llegado a facturar 26,8 millones con sus estructuras metálicas y con cerca de 200 empleados, según informó 'El Norte de Castilla'.

La internacionalización de la factoría extremeña ha permitido, por ejemplo, a la mercantil quedarse con contratos en cincuenta países, para proyectos como el Ave de La Meca a Medina, con 450 kilómetros, o la colocación de postes en el canal de Panamá. Sus torretas para las catenarias ferroviarias están en las líneas de Ave a Lleida y Valencia. La producción de las más de 15.000 toneladas al año de Imedexsa han llegado a Chile, Colombia, Perú o Sudáfrica, utilizando los puertos de Lisboa, Bilbao y Algeciras.

En el terreno de la comunicación, estuvo presente en Unidad Editorial, la editora de periódicos como 'El Mundo' o 'Expansión', además de participar en la constitución de Ecoprensa (desde donde lanzó 'El Economista'), con una primera inyección de un millón de euros a cargo del presupuesto de Selgas-Fagalde, tal y como recogen las cuentas de la Fundación. Dos años después, la institución inyectó otros 455.000 euros en participaciones, y todavía hizo cinco aportaciones más hasta los 1.792.874 euros que en la actualidad tiene invertidos en la compañía que sostiene el periódico de Peña, según adelantó 'ABC'. Rafael García-Ormaechea, secretario del patronato y a quien este mismo verano se ha podido ver en La Quinta de El Pito, también ha sido durante años consejero de Ecoprensa.

Fuentes de ese mismo patronato explicaron al rotativo que no creen que haya problema en vincular a la Fundación en negocios privados porque el propio órgano de gobierno dio el visto bueno a la operación. Ytampoco creen que lo haya en la compra de un hotel de Sevilla por 20,3 millones, por el que la Fundación Selgas-Fagalde se hizo cargo de una hipoteca de 17,2 millones y que tuvo dos claros beneficiarios: los anteriores propietarios, Desarrollos Turísticos Urbanos y Posadas de España, dos empresas en cuyo consejo de administración se sienta Peña Varona.

Con esta operación, el patronato de la Fundación liberó en 2006 de cargas hipotecarias a esas dos compañías y pasó a hacerse cargo del negocio una institución sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es el mantenimiento del conjunto patrimonial de los Selgas.

Una historia en la que el penúltimo capítulo se escribió el pasado noviembre, cuando el patronato aprobó por unanimidad una declaración para sacar del inventario de bienes adscritos a la dotación fundacional el 'Aníbal vencedor' de Goya y la 'Inmaculada' de El Greco, que eran los tesoros más preciados de la Quinta Selgas. Atajo al que recurrió el órgano de gobierno de la Fundación para sortear la prohibición de enajenar estos bienes estipulada tanto en los estatutos como en la Ley de Fundaciones.

Tal y como adelantó ELCOMERCIO, que publicó el acta de aquella reunión en la que la consejera Berta Piñán delegó su voto en Peña Varona, el patronato reconoció que los 3,3 millones de euros en los que se cerró la venta del Goya a Amigos del Prado estaba «probablemente por debajo del mercado, pero que, habida cuenta de su destino final, ya en reuniones anteriores, esta posibilidad, por su destino, se consideró más adecuada que otras a mejor precio». Los seis millones que esperaban recibir por el lienzo de El Greco cuya exportación fue finalmente paralizada por el Ministerio de Cultura les daban la «tranquilidad de poder tener una caída de ingresos mayor» que la sufrida en los últimos tiempos a causa de la covid y, sobre todo, afrontar «un eventual cierre del hotel» de Sevilla.

En 2007, en una de las sus pocas apariciones públicas en El Pito, Peña Varona organizó un curso titulado 'Propiedad y sustracción de las obras de arte' en el que aprovechó para recordar que «la encomienda principal de los fundadores es la conservación de La Quinta». Foro y Podemos ya han acudido a la Fiscalía para que arroje algo de luz entre tanta oscuridad. La Fundación Selgas tiene una deuda de 7,3 millones y unos números rojos de casi 6,5.