Bien de Interés Cultural
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Cultura da un mes a Unicaja y la Fundación Cajastur para que detallen propiedad y ubicación de la colección de arteEl Principado de Asturias acaba de requerir de forma oficial a la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias y a Unicaja «la remisión a la Dirección General de Cultura y Patrimonio del Gobierno del Principado de Asturias, en el plazo de un ... mes desde el día siguiente de la notificación de la presente Resolución, de copia de los inventarios con que cuenten de la colección de arte de la antigua Caja de Ahorros de Asturias, relativos a pintura, escultura, fotografía, obra gráfica y dibujo, indicando la localización de cada elemento integrante de la misma y su titularidad actual». Con la puesta en marcha del expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural de la colección de arte nacida a partir de la extinta Caja de Ahorros de Asturias, que hoy se publica en el BOPA, los plazos empiezan a correr. Igualmente, se les solicita «información relativa al archivo documental de la colección de arte de la antigua Caja de Ahorros de Asturias, integrado por toda la documentación vinculada a la misma y derivada de la actividad cultural desarrollada por la antigua Caja de Ahorros de Asturias en especial a través de su Obra Social y Cultural».
Es la principal consecuencia de la decisión, adelantada en exclusiva por EL COMERCIO, de la puesta en marcha de este proceso para proteger las obras de arte de la mencionada colección de arte que, asegura en su exposición de motivos el Principado, «se vincula íntimamente a la historia de la actividad cultural desarrollada por esta entidad desde su nacimiento en 1945, fruto de la fusión de las cajas y montes de piedad de Oviedo y Gijón. Esa actividad cultural se materializó en la Obra Social y Cultural, durante décadas uno de los principales agentes dinamizadores del arte en Asturias, siendo promotora de exposiciones en las sedes de la entidad de Oviedo, Gijón y Avilés, así como en el Palacio de Revillagigedo de Gijón desde su adecuación como Centro Internacional de Arte en 1991. También se realizaron numerosas exposiciones itinerantes que mostraron por toda Asturias la creación de los artistas asturianos contemporáneos, contribuyendo a difundir su obra».
Esta colección, cuya titularidad está ahora dividida entre la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias y Unicaja, «constituye el principal ejemplo de mecenazgo artístico financiero desarrollado en Asturias entre 1940 y la primera década del presente siglo. Está integrada por miles de obras de pintura, dibujos y esculturas de autores fundamentalmente asturianos y permite realizar un recorrido exhaustivo por la evolución del arte asturiano de las últimas décadas, con tando también con una selecta representación de obras de artistas asturianos del XIX y de autores de fuera de nuestra comunidad», destacan desde Cultura.
La colección reúne obras de «prácticamente todos los artistas asturianos del siglo XX y de muchos del XIX, así como de otros procedentes de fuera de nuestra comunidad. Es un testimonio único del coleccionismo institucional de una entidad bancaria en Asturias y por ello, resulta acreedora de la máxima protección patrimonial en tanto que colección y reflejo de una vinculación específica entre la principal entidad financiera surgida en Asturias tras la guerra civil y la sociedad en la que se desarrolló», motiva Cultura para justificar su protección patrimonial.
Reconoce el Principado que, tal y como adelantó este periódico, se ha visto obligado a «simplificar el contenido del expediente de inclusión», pero ha decidido ponerlo en marcha «toda vez que la documentación obrante en el expediente es suficiente para definir los valores que hacen merecedora a la colección de arte de la antigua Caja de Ahorros de Asturias de su declaración como Bien de Interés Cultural de Asturias». Y es que a pesar de que repetidamente se ha solicitado a las dos entidades propietarias el inventario de la colección, así como su ubicación, pues se puso en duda que pudiese seguir en Asturias, el expediente se ha tenido que iniciar a partir de un catálogo publicado en 1994 en el que se enumeran y describen unas 1.000 piezas de las 3.000 que el autor, Francisco Crabiffose, que confeccionó el catálogo con la colaboración de Javier Barón, calculaba forman parte de la colección. El propio Principado es consciente de que el número de obras de artes tiene que ser mayor. «Se desconoce a ciencia cierta el número total de obras incluidas en las ahora colecciones de las dos entidades, toda vez que ninguna de ellas ha atendido el requerimiento de solicitud de inventario de las obras efectuado en sendas ocasiones por la Consejería de Cultura (en mayo de 2017 y enero de 2021), reseñándose que algunos autores elevan ese monto a 5.000 obras artísticas entre pinturas, esculturas y fotografías, e incluso más», recoge el expediente. Tanto Unicaja como la Fundación Cajastur aseguraron recientemente a este periódico que todas las obras de la colección están en Asturias y que no había intención de que saliesen del Principado.
Hay que recordar que durante el proceso de transformación bancaria que afectó a Cajastur, en cumplimiento de Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias, se creó en 2014 la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias. Con ello la colección artística quedó dividida entre ésta y la entidad Liberbank, —creada en 2011 tras la fusión de la caja asturiana y otras dos de ahorros—, quedando el grueso de la colección actualmente integrada en Unicaja. El presidente de la Fundación Cajastur cifró el mes pasado en «unas 400» las de su titularidad, información publicada por EL COMERCIO que volvió a poner sobre la mesa la vieja polémica, tan solo unos días antes de que Cultura decidiese abrir este expediente de protección. Así Unicaja se convirtió el propietario de las obras reunidas por la antigua Caja de Ahorros de Asturias desde sus inicios hasta el año 1999, pasando el resto, «que algunos califican de testimonial», recoge el expediente del Principado en relación a esa información, «a la Fundación Bancaria Caja de Ahorros de Asturias, dado que a partir de esa fecha los fondos destinados a este capítulo disminuyeron sustancialmente hasta casi ser anecdóticos».
La colección, recoge el documento oficial, incluye obras de al menos 90 relevantes artistas asturianos, desde Dionisio Fierros (Ballota, Cudillero, 1827-Madrid, 1894) hasta Isabel Cuadrado (Oviedo, 1965), pasando por Nicanor Piñole, Evaristo Valle, Joaquín Vaquero Palacios, Aurelio Suárez, José Uría, Orlando Pelayo, Alejandro Mieres, Manuel Calvo, José Luis Fernández, José Manuel Núñez, Francisco Velasco, Luis Fega, Vicente Pastor, Joaquín Rubio Camín, Ricardo Mojardín, Mario Cervero, Jorge Oteiza, Luis Vigil, Ramón Isidoro, Charo Cimas o Pelayo Varela, entre otros, destacando obras como el 'Bodegón de Lastres' (1897) de Telesforo Fernández Cuevas y 'Víctimas de la fiesta' (1894) de Darío de Regoyos, ambas actualmente en depósito en el Museo de Bellas Artes de Asturias.
Entre los artistas nacionales han encontrado lugar en esta colección Lucío Muñiz, Jordi Colomer, Juana Francés, Ferrán García Sevilla, Juan Genovés, Juan Giralt, Eva Lootz, Rogelio López Cuenca o Xesús Vázque, y entre los internacionales Pedro Cabrita Reis, Georg Herold, Joseph Kosuth, Sol Lewit, Roberto Matta, Markus Oehlen, Mimmo Paladino o Simone Vögele. Su obra fue expuesta al público en la exposición 'Una mirada a la colección Fundación Cajastur-Liberbank', celebrada en 2019 en el Museo Barjola.
«A falta y en espera de la información solicitada a Unicaja y a la Fundación, es ese catálogo, anteriormente referido y publicado en 1996, la mejor aproximación a los fondos de la colección de la antigua Caja de Asturias hasta esa fecha, y una excelente herramienta para iniciar el expediente para la incoación como Bien de Interés Cultural de esa colección, toda vez que contiene los datos necesarios para el reconocimiento individual de las 1.092 piezas recogidas en el mismo e integrantes de la colección, sin perjuicio de que durante la instrucción del expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural pueda incorporarse la documentación de la que ahora no se dispone», recoge el documento hecho público esta mañana. Esto es, si Unicaja y Cajastur facilitasen la información que se les requiere, y que no se veían obligados a facilitar al no haberse iniciado un expediente para la protección de la colección, el resto de obras se podrían sumar al mismo.
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