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A. VILLACORTA
OVIEDO.
Martes, 6 de septiembre 2022, 01:22
El Museo de Bellas Artes de Asturias acaba de despedir el mejor verano de su historia, porque, entre los meses de junio, julio y agosto, el mascarón de proa del arte asturiano sumó un total de 42.652 visitantes. Una cifra que ha reforzado ... el entusiasmo de la dirección y el equipo que conforman la gran pinacoteca regional y que lo confirma como uno de los grandes reclamos culturales de Asturias.
Tras sufrir el azote de la pandemia, el Bellas Artes recupera así definitivamente el pulso y se sitúa incluso por encima de los datos registrados durante el verano de 2019, cuando el centro consiguió su récord histórico de visitas, con 111.841 personas registradas a final del año, mientras que durante junio, julio y agosto los visitantes sumaron 39.394.
Y, ahora, las nuevas cifras reflejan un aumento del 7,9% con respecto a ese estío de 2019 y lo colocan 8.988 visitantes por encima del pasado 2021.
Visitantes atraídos por su rica colección permanente, que recorre más de seis siglos de historia del arte, a la que se unen las exposiciones temporales que se han podido contemplar durante los últimos meses.
Empezando por el programa 'La obra invitada', protagonizado por una selección de obras gráficas del estadounidense Richard Serra; la muestra dedicada a la artista serbia Marina Abramovic, Premio Princesa de Asturias de las Artes, con fondos de la Colección Fundación María Cristina Masaveu Peterson; así como la exposición titulada 'El factor Prado: los depósitos del Museo Nacional del Prado en el Museo de Bellas Artes de Asturias', que aún podrá disfrutarse hasta 30 de octubre en la planta baja del Palacio de Velarde. Ingredientes, todos ellos, que han cautivado no solo al público asturiano, sino también a aquel que ha elegido al Principado como destino para sus vacaciones.
Y, junto a estas propuestas, la pinacoteca asturiana -a la espera de la segunda fase de su ampliación- ha contado, además, con un rico programa destinado a distintos públicos: desde talleres de verano para niños y jóvenes hasta actividades inclusivas y de accesibilidad, conferencias y visitas guiadas que, sin duda, han servido de reclamo y atracción para muchos.
«Y, a este respecto, ha resultado fundamental el apoyo recibido por la Asociación de Amigos del Museo, que ha patrocinado una parte muy importante del programa educativo para adultos con la generosidad que la caracteriza, precisaron desde el museo, que ultima estos días su nueva programación para los meses finales del año.
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