El Bellas Artes mostrará cuatro cuadros nunca antes expuestos del conde de Revillagigedo

La buena sintonía entre ambos ha sido la culpable de que lo que en principio iba a ser la próxima 'Obra invitada' del Bellas Artes esté a punto de cristalizar en una exposición con «cuatro piezas realmente importantes y nunca antes expuestas», en palabras del director del museo.

Empezando por una maravillosa pintura de la Virgen de Guadalupe. Una obra de factura anónima, realizada a principios del siglo XVII y que, en su día, decoró la capilla del Palacio de los Valdés, de advocación guadalupana, en pleno corazón de Gijón. Una imagen que pertenece a un modelo iconográfico flamenco-alemán, que ya se encontraba en el medievo, y que representa a la Virgen coronada, rodeada de una mandorla de luz y parada sobre una Luna creciente.

«Es un cuadro que se mandó pintar en México, con lo cual en él encontramos un nexo muy interesante entre el mundo americano y Gijón. Estamos ante una Virgen preciosa, una de las primeras Guadalupanas que llegan a España. Ylo hizo para decorar la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, que así se llamaba, anexa al Palacio, y que ahora se llama del Santo Ángel, un nombre que a mí no me gusta nada», añadía Álvaro Armada, que se muestra incluso dispuesto a «regalar el cuadro en el caso de que la capilla recuperase el culto y su antigua advocación. Debería presidir su altar mayor, que es para lo que se pintó. Ese es su sitio». Y, para enriquecer aún más su presencia en el Bellas Artes, la pieza estará acompañada en el Palacio de Velarde por otras obras de iconografía similar de la colección de la pinacoteca.

Pero, además de esta representación de la Guadalupana, el IX conde de Revillagigedo y su hermana han querido mostrar junto a ella otros tres lienzos de su propiedad estrechamente vinculados a la Casa de Valdés, «importantísima familia asturiana que ha dejado huella en la Historia de España y del mundo desde el siglo XV», resume Álvaro Armada, que precisa que «la exposición es solo un pequeña muestra de esta Casa que tiene su inicio en San Cucao de Llanera. Porque algunos de los Valdés entroncan con la Casa de Alba, otros se van a América y la tercera rama, que es la de San Cucao, la de Gijón, la nuestra, legó unos personajes de primer orden a la Historia».

«Personajes como don Fernando de Valdés y su esposa, doña Luisa de Valdés», cuyos retratos también colgarán de las paredes de Velarde. Y, muy cerca de ellos, otra de las joyas de la corona de la colección del conde:«Una representación del Cerro de Santa Catalina donde aparecen todas las edificaciones que existían en aquel Gijón del XVII: el Palacio de los Valdés, la iglesia de San Pedro, las famosas murallas ahora tan cacareadas... Es el documento gráfico más antiguo que existe de estas edificaciones. Sin duda, un cuadro interesantísimo y una excelente razón para que los investigadores visiten el Museo de Bellas Artes de Asturias. Debemos conocer nuestra Historia, quererla y apreciarla. Porque, sin ella, no somos nada».