Animales a foco del ayer

La muestra, titulada 'Racionales e ¿irracionales? Retratos con animales', se divide en cinco apartados. El primero de ellos lleva por título 'Uno más en la familia', y remite a esos retratos, tan comunes hoy, con mascotas como perros y gatos. Pero sin olvidar que la vaca también tuvo una importancia crucial en la economía asturiana y y su presencia en las casas es notable. Constatan las imágenes cómo ha sido cambiado la actitud hacia los animales y cómo la relación familiar es cada vez mayor.

'Niños y animales' es el segundo apartado de la muestra. Son frecuentes los retratos que presentan a la mascota infantil casi como un juguete, mientras que en otros casos los niños son retratados en un ambiente de trabajo, alimentando a aves o animales. «En estas imágenes se aprecia una división de género que se mantendrá en la edad adulta, aunque no siempre se constata de forma tajante», apuntan desde el museo.

'Compañeros de trabajo' es otro de los capítulos de la muestra. Aquí el viaje al pasado está servido, a través de esas imágenes del mundo rural en las que los animales eran utilizados como fuerza de tiro que facilitó el trabajo y transportes de las personas antes de la mecanización. «Las imágenes del campo, la mina o los medios de transporte que aparecen en estas fotografías poco tiene que ver con el mundo de hoy. Lo mismo ocurre con el uso de animales en ciertos espectáculos», anotan.

Los animales son también alimento, de modo que no es extraño que uno de los apartados lleve por título 'Criar animales para el sustento humano'. Era costumbre en el mundo rural cuidar animales que habrían de dar carne y otros productos, sin olvidar que la caza y la pesca eran también actividad de subsistencia más que deporte. «Este papel fundamental de los animales en el sustento humano creó una relación particular entre ambos, que, a pesar de la explotación de los primeros, favoreció su cuidado y generó un cariño y hasta un orgullo por ellos».

El último apartado lleva por título 'El animal enemigo' y aquí se muestran retratos con animales como osos, zorros y jabalíes, a los que se calificaba antaño como alimañas. Los animales aparecen muertos, como trofeo de caza, como orgullo. Debían ser inmortalizados puesto que la respuesta agresiva hacia ellos estaba justificada por los ataques que sufrían los rebaños, gallineros o cultivos.

Esta muestra, con imágenes con diversos autores como Valentín Vega o Miguel Rojo Borbolla por citar solo algunos, es la cuarta colaboración entre el Museo del Pueblo de Asturias y el Museo Nacional de Antropología. 'Tipos populares. Fotografías de Baltasar Cue,1891-1894' (2014), 'La vida por delante. La infancia en la calle, 1941-1951. Fotografías de Valentín Vega' (2017) y 'Frente a frente. Dos visiones fotográficas de la guerra civil. Constantino Suárez y Florentino López 'Floro' (2019) fueron las anteriores.