«Los próximos años el número de visitantes va a ser lo de menos, importará la calidad de la visita»

-Récord histórico de visitantes en 2023.

-Ha sido un año de crecimiento, de proyección, de construcción en todos los ámbitos y en ese terreno, también el de las visitas. Vamos a acabar el año entre 125.000 y 130.000 visitantes, lo cual es muchísimo para un museo ubicado en una ciudad como Oviedo y supera ampliamente la cifra de 2019, cuando hicimos 112.000. El ascenso es importantísimo y lo entendemos como un síntoma de lo que ha pasado: un museo vivo, activo, dinámico, con una programación de calidad continuada y sostenida, con una colección permanente muy importante. El museo ha experimentado una proyección, tanto en lo local como lo nacional, significativa.

-¿Seguimos siendo los asturianos la asignatura pendiente?

-Cada vez menos. Esa especie de lugar común debemos empezar a desterrarlo. El museo desde dos plataformas ha trabajado para que así sea. Por un lado, su departamento de educación y mediación y ese programa que hemos diseñado llamado 'Tendiendo puentes', por el que hemos activado múltiples frentes. Uno que ha sido muy fértil es la visita que el museo ha hecho y ha recibido de vuelta a todos los centros sociales de Oviedo, el 90% no conocía el espacio; ahora estamos con los de Gijón, y con los de Avilés vamos a empezar a trabajar. Y luego la inmensa labor que está haciendo la Asociación de Amigos del Museo de Bellas Artes de Asturias, que roza ya los mil socios y la mayoría asturianos y activos. Es un museo que se está dando a conocer gracias a esos dos programas. Ellos trabajan con 18 colegios de toda Asturias, los premios, los concursos, las instituciones donde la asociación va a presentar estos programas. Es un museo que cada vez los asturianos tenemos más en la cabeza; era un público potencial y ahora ya es un público real.

-Y ahora, con la ampliación, van a mostrar sus obras a otros lugares de Asturias.

-Estamos teniendo una gran cantidad de peticiones. Nos llaman de todas partes, para a ver si a lo largo de esos 18 meses de obras podemos exponer allí. Tenemos tres o cuatro proyectos en marcha ya. Uno inminente que se desarrollará en abril, en el Centro Valey, donde vamos a llevar las últimas adquisiciones hechas en 2022-23. Luego iremos a Avilés con artistas avilesinos del siglo XX en el Museo de Bellas Artes de Asturias.

-¿Y a Gijón que les pidió colaboración la alcaldesa?

-Bueno, a nosotros no nos la pidió. Se lo trasladó a Adrián Barbón. Nosotros estamos dispuestos a ayudar en todo, pero nunca nadie se ha puesto en contacto con nosotros para hablar de ese tema.

-¿Qué más destinos tienen sus exposiciones exteriores?

-En 2025 seguiremos. Haremos algo en el Museo Antón de Candás de escultura.

- ¿El calendario expositivo se va a ver afectado por las obras?

-Lo digo desde ya, 2024 y 2025 van a ser años singulares en la historia del museo, van a ser años de obras por ampliación y ahí los esfuerzos y el objetivo del museo va a ser sacar esas obras adelante, manteniendo una programación cuatrimestral lo más ambiciosa posible, pero conscientes de que habrá momentos en los que, por cuestiones vinculadas a los trabajos, tendremos que replantear, reprogramar. Sabemos que se van a dar momentos con vibraciones, no en la fase de demolición, sino la de perforación de dos sótanos, y van a afectar a la sala menos 1 o espacios colindantes al edificio de servicios, que son los que dan a Velarde, y que nos van a obligar a hacer cierres parciales de salas, que a su vez van a obligar a replantear algunas cosas. La programación del primer cuatrimestre va a ser muy ambiciosa, traemos la exposición de Luis Fernández que hemos organizado en Madrid. Son 150 obras de las mejores colecciones públicas y privadas francesas, americanas y españolas y con un programa de conferencias muy importante. Ese va a ser el arranque.

-Pero son conscientes de que el público no va a crecer.

-El número de visitantes va a ser lo de menos. Vamos a seguir programando pero nos va a importar la calidad y la experiencia de visita, que sea lo mejor posible en un periodo de obras. Somos uno de los pocos museos que en estos tiempos tan difíciles va a pasar por una ampliación de su superficie y esa es una noticia extraordinaria, pero hay un trabajo que hacer que va a tensionar el museo, aunque lo vamos a sacar adelante para presentar un museo no del siglo XXI, sino que se enfoque hacia el XXII.

-¿Alguna exposición más que se pueda avanzar?

-El siguiente artista joven que va a presentar proyecto es Juan Fernández Álava. Será en la primavera, con un proyecto maravilloso dialogando con la colección. Las otras programaciones se están cerrando.

-Tienen una relación estupenda con el Museo del Prado. ¿Quedan depósitos por llegar?

-Somos uno de los museos con más depósitos del Prado, tenemos 55. La relación con el Prado es realmente magnífica, y estamos muy orgullosos de que vea en nosotros un museo con el que dialogar. Fuimos pioneros en entrar en el Prado Extendido y en dos años incorporamos 17 obras que llevábamos mucho tiempo detrás de ellas. Habrá una tercera acción, no sabemos si para 2024 o 2025, nos gustaría incorporar alguna obra de algún maestro antiguo y alguna de algún pintor del XIX que no tenemos representado en nuestra colección. El Prado extendido nos ha permitido mejorar nuestras colecciones y reinterpretarlas y releerlas, dar un nuevo giro a las salas de la exposición permanente y recuperar patrimonio. Esto último, en doble sentido, porque se han restaurado obras que no estaban en muy buen estado de conservación, y en el metafórico, de tener obras de artistas asturianos o que habían pasado por Asturias y habían dejado huella. Ha sido un triple beneficio importantísimo.

-Donaciones: ¿siguen en alza?

-Estamos encantados. Hubo un antes y un después de 2017 con la donación de Plácido Arango, que despertó una conciencia cívica en Asturias, de mecenazgo, y empezó un goteo que este año ha ido en alza, incluidas las compras de la Asociación de Amigos. Pero es que además en 2024 hemos recuperado, por fin, el presupuesto para la compra de obras de arte, 150.000 euros. Es un paso de cero a 150, de modo que es una buena noticia, que nos permitirá poder hacer compras de aquellas obras que veamos tanto en colecciones particulares como en el mercado que nos resulten interesantes.

-¿Les va a dejar el Prado el Goya de los Selgas?

-No entra en sus planes, no.

-¿Con los Selgas alguna relación?

-En su día hubo un acercamiento a la fundación a través de la Asociación de Amigos para abrir posibles líneas de colaboración. Una de ellas era que sus fondos, y en concreto su Greco, pudieran venir al museo, pero no quisieron.

-¿Algún programa nuevo en estos años?

-Vamos a poner en marcha el de salir de nuestros muros que le decía. Es muy importante que nuestra colección, en núcleos bien cohesionados y bien articulados, salga con fuerza a otras instituciones.

-¿Vislumbra ya el inicio de las obras?

-Como está la licitación, yo intuyo que en enero podamos empezar a tener ya las primeras reuniones serias de trabajo, con adjudicataria y arquitecto, y que en febrero comiencen los primeros trabajos.

-¿Está el tiempo justito?

-En octubre de 2025 tienen que estar acabadas las obras. En principio iban a ser 18 meses, pero la empresa propuesta a llevarse la licitación reduce a 14 meses la ejecución de las obras y en 600.000 euros el coste.

-O sea, que es optimista.

-Siempre he sido optimista, conozco muy bien cómo trabaja la administración, con qué plazos y a qué ritmos, pero nosotros sí sabemos trabajar con los medios y los largos plazos. Toca paciencia y mucha visión de futuro. Nosotros estamos muy contentos y muy responsabilizados, porque es una obra que va a aportar mucho al museo, para la ciudad, el casco antiguo, y a toda la comunidad de Asturias. Nos importa que vean en el museo un activo, que es suyo, que les pertenece, que es de todos los asturianos. Que consideren esta como su casa y la disfruten, la respeten y la apoyen. Nosotros trabajamos mucho en este objetivo, por eso nos importa tanto la dimensión social.