ANA RANERA
Viernes, 29 de enero 2021, 01:56
La galería gijonesa Aurora Vigil-Escalera cumple un año más y lo celebra, como siempre desde los comienzos, rodeada de obras de arte. Una costumbre ... que esta vez se valora aún más, después de dejar atrás demasiados meses de triplicar esfuerzos y de mirar al futuro buscando algo de luz entre tanta bruma. En esta ocasión, gana más peso que nunca el placer de encontrar abiertas las puertas de su sala, de ver entrar y salir a los visitantes y de que estos tiempos inciertos permitan abrir nuevas exposiciones y seguir apostando firmemente por el arte y por los artistas, que tampoco han tenido un año fácil.
Publicidad
Esta primera muestra del año, '30+6' -que conmemora las tres décadas de Vigil-Escalera en Van Dyck y los seis años al frente de su sala en la calle Capua- reúne a algunos de los creadores fundamentales a lo largo del camino recorrido. Esos nombres que han llevado a esta galería sus mundos, su forma de verlos y de darles forma a través de la pintura, de la fotografía y de la escultura.
La pintura es la que más representantes tiene en esta muestra que acoge mares, hogares, ciudades y hasta multitudes. Javier Torices cuela sus marinas ultrarrealistas a solo unos metros de la playa de San Lorenzo -que tantas veces le sirvió de inspiración- y Jorge Hernández aparece con sus escenas que parecen sacadas de cualquier película.
También hay espacio en '30+6' para los estallidos de color de Ismael Lagares y para los de Santiago Picatoste que componen sus paisajes metafóricos. Completan las pinturas las abstracciones de Luis Gordillo. Porque sí, también hay cabida aquí para abrir puertas a sus universos.
Publicidad
Continúa la colección con la obra gráfica que se abre paso entre los rojos y los azules hipnóticos e intrigantes que toman la obra de Salustiano y sigue derrochando arte con las multitudes de Juan Genovés.
La fotografía es otro de los pilares y, en ella, Chema Madoz hace ver su música callada con la misma sensibilidad con la que Isabel Muñoz retrata los cuerpos, o más bien, sus almas. Y de la poesía de estos dos, a la que inmortaliza José María Mellado en reflejos, charcos y cielos.
Publicidad
Acaba el recorrido con las esculturas de Pablo Armesto, de Herminio, de Carlos Albert y de David Rodríguez Caballero que, entre haces de luz, campos magnéticos, hierro, aluminio y acero terminan de darle fuerza a esta exposición -abierta hasta el 3 de marzo- para celebrar un año en el que el arte se impuso a tantos males.
6 meses por solo 9€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.