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Antón Reixa estará esta tarde en Avilés.
«Nos dieron una democracia con bromuro»

«Nos dieron una democracia con bromuro»

Tras presidir la SGAE, Antón Reixa ha vuelto a sus tareas. Hoy presenta en el Niemeyer un poemario. Pronto saldrá de gira con ‘Os Resentidos’

alberto piquero

Martes, 15 de marzo 2016, 04:35

Músico, poeta, guionista, productor y director de cine, así como fugaz presidente de la SGAE, de 2012 a 2013, Antón Reixa (Vigo, Pontevedra, 1957) presenta hoy en el Centro Niemeyer (20 horas) su reciente libro de poemas, Algo raro pasa raro, dentro de la nueva programación que lleva por título Palabra e Imagen.

¿Aguanta el cuerpo unas dedicaciones artísticas tan plurales?

Se resiente, pero la vida me ha ido llevando por ahí y he acabado acostumbrándome a las curvas y a los cambios de rasante.

Estrena la nueva sección del Centro Niemeyer, Palabra e Imagen, con un poemario. ¿Qué versos nos trae?

La poesía ha sido mi actividad más genuina y la menos divulgada. Mantengo una línea literaria que trabaja con materiales existentes, como Andy Warhol y las latas de sopa Campbell, sin pretensiones, desescombrando partes de la realidad que no son específicamente artísticas y atendiendo también al lenguaje oral. Partiendo del desconcierto y la perplejidad.

Después de la transición democrática, llegó pronto el desencanto. En los últimos tiempos, los indignados. ¿Os Resentidos fueron un puente entre esas dos circunstancias?

Es una buena explicación para muchas cosas (risas)... La transición trajo mucha frustración, nos dieron una democracia con bromuro, que incorporaba evidentes defectos de fábrica. Habrá que ver si sabemos y logramos salir de ahí.

Militante de la cultura gallega, ¿qué opinión tiene del debate nacionalista?

Una de las pocas certezas que tengo es la de mi ciudadanía gallega. Pertenecí a una generación que la descubrió en los tramos finales del anti-franquismo. Estoy muy vinculado, fascinado por mi país, por mi gente, por mi lengua. La forma más universal es la que se enraíza en un sitio pequeño. Sobre el debate nacionalista, creo que es importante la libertad, el derecho de autodeterminación. Sin embargo, no creo que sea prioritario ahora, ni en Galicia ni en Cataluña. Pero tampoco lo es la unidad de España.

¿Cuál fue la causa de la separación de Os Resentidos?

En el año 94, la extenuación creativa. Después de ciento veinte canciones, no nos sorprendíamos ni a nosotros mismos. En fechas próximas, volvemos para presentar composiciones inéditas y revisiones del repertorio anterior. Será un disco en directo, en el que también participan jóvenes de la Big Band de la Banda de Ribadavia, y una pequeña gira, pues ya tenemos todos otras tareas.

En su caso, por ejemplo, la producción cinematográfica. ¿Alguna novedad?

La producción cultural no es sólo conseguir medios materiales, sino dotarlos de contenidos. En ese sentido, te coloca en las dos orillas y es una vacuna contra el individualismo al que somos proclives los artistas. He tenido grandes satisfacciones, por ejemplo con El lápiz del carpintero, premiada en Mar del Plata y en Toulouse, que ofreció al mundo una imagen de Galicia en el año 36 mucho menos conservadora de la que suele darse. Republicana y rebelde. En estos momentos, estamos en una co-producción internacional, que será película y serie de televisión, en torno al asesinato del padre jesuita Ellacuría en El Salvador, en 1989, justo el mismo año de la caída del Muro de Berlín, último episodio de la Guerra Fría. Hay aspectos reveladores.

Hubo quien le aconsejó que no asumiera la presidencia de la SGAE, que no sabía dónde se iba a meter. ¿Tenían razón esos consejeros?

¡Pues claro que tenían razón! Entre ellos, Víctor Manuel, aunque no coincidamos en algunas cosas. Él piensa que la recaudación siempre provoca hostilidad social y yo quiero creer que no es así, que los ciudadanos pueden entender que es la condición necesaria para la viabilidad de la creación. Por lo demás, pretendí denunciar las prácticas irregulares y oscuras de productores que se hacían pasar por autores obteniendo el cincuenta por ciento de los ingresos totales de la SGAE en la franja televisiva de las madrugadas, y no encontré el apoyo de mi propio equipo. Una experiencia muy mala.

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