«Aquí me crié y de aquí no me echan ni con lejía»

Nacho Manzano. Casa Marcial

«Siempre que trabajes con mucha ilusión, no debería haber problema», explica el chef con más estrellas del Principado tras mantener las dos suyas. «Es el cliente al final por el que buscas la excelencia, y porque te gusta», dice.

Ricardo González Sotres. El Retiro

«Aquí me crié y de aquí no me echan ni con lejía», decía el nuevo Michelin sobre su futuro, sin tiempo de asimilar lo ocurrido, muy arropado por su familia y en medio de un incesante ir y venir de vecinos que querían compartir su euforia. «Hoy disfrutamos, y mañana toca seguir trabajando», señaló entre copas de champán.

Pedro y Marcos Morán. Casa Gerardo

«Cuantas más estrellas vengan a Asturias, mejor», manifiesta el veterano cocinero con un cuarto de siglo de estrella Michelin a sus espaldas, que comparte con su hijo Marcos, junto a él al frente de la cocina. «Por supuesto que aspiramos a todo pero no perseguimos una segunda estrella en nuestro trabajo del día a día », concluye.

José A. Campoviejo. El corral del indianu

«Este año contaba con descorchar una botella de champagne Krug, que me regaló un amigo, pasara lo que pasara», comenta Campoviejo. Y lo hizo. «Normalmente no lo celebro, pero me apetecía». El chef de Arriondas opina que con una estrella «se trabaja con una menor presión» y valora «la tranquilidad» tras 16 años estrellado.

Isaac Loya. Real Balneario de Salinas

«Feliz de mantenernos», afirma Isaac Loya, que lamenta que su hermanoIsaac no haya podido sumar su Mestura ovetense a la familia Michelin este año. En lo referente alRealBalneario considera que mantener el nivel día a día «es un reto, es hacer que la gente que venga disfrute. Y aquí viene gente con sus problemas y sale contenta».

Gonzalo Pañeda. Auga

«Hoy por hoy, mantener la estrella es un triunfo, y por eso sentimos mucha alegría», expresan Toni Pérez, en la sala del restaurante gijonés, y Gonzalo Pañeda, chef. Para ellos, el mayor valor de la estrella «es que te atrae a cierto tipo de cliente que valora mucho la calidad». La noticia les llegó anoche de vacaciones. El viernes lo celebrarán en equipo.

Esther Manzano. La Salgar

«Esto no es una selectividad, el examen te lo da la gente todos los días», considera Esther Manzano. Reconoce, no obstante, que renovar la estrella tras el primer año es indicativo de que se ha mejorado, «y nosotros nos superamos constantemente desde que nos la dieron». Eso sí, «lo importante es que el cliente marche feliz».

Jaime Uz. Arbidel

«Alegría», eso es lo que siente este cocinero ante el segundo año que ahora afrontará como parte de la constelación Michelin. Ha sido un año «meteórico» tras dar la sorpresa en 2013, y ahora espera que sea «el año de la estabilidad, porque lo más difícil es que te la den». Para él repetir en la lista es todo «un respaldo» a su trabajo.