![Dos amigas llegan a juicio en San Sebastián por un falso novio del ejército americano](https://s2.ppllstatics.com/rc/www/multimedia/2024/02/22/teclado-k3a-U21016028266963SE-1200x840@RC.jpg)
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Aiende S. Jiménez
San Sebastián
Jueves, 22 de febrero 2024, 09:48
Cegada por una supuesta historia de amor al otro lado del charco, acabó siendo a la vez víctima y culpable de una estafa. Todo por un falso enamorado de esos que actúan por todo el mundo, también en Gipuzkoa, y que despluman a sus ... víctimas e incluso a su entorno. En este caso, dos amigas acabaron en los tribunales por un hombre, que nunca fue localizado, y que se hacía pasar por militar estadounidense. Una de las mujeres ha sido condenada por un juzgado de San Sebastián por un delito de estafa a 6 meses de prisión y al pago de una indemnización. Pero el caso tiene un trasfondo mayor que lo que refleja esa condena.
La acusada conoció a través de internet a un hombre, un militar, alto cargo del ejército de los Estados Unidos, que la enamoró y la convenció de que el sentimiento era recíproco. Detrás de la pantalla no se supo quién estaba ni desde dónde escribía realmente ya que, como recoge la sentencia, esa persona «no ha podido ser identificada».
Como en todas las estafas del amor, después de un tiempo de idílica relación, llega un imprevisto que obliga al amado a pedir dinero a su víctima. En este caso, el noviazgo iba tan bien que decidieron casarse. Sin embargo, para ello, según el supuesto militar, la mujer tenía que inscribir un certificado en el departamento de defensa de Estados Unidos, un trámite que tenía un coste de 7.500 euros. Sucedió que ella no disponía de esa cantidad, por lo que recurrió a una amiga, a la que pidió dinero. Pero a ese primer pago siguieron otros. La mujer fue pidiéndole diferentes ingresos, todos para poder llevar a cabo el matrimonio, bajo la promesa de que le iba a devolver el dinero mediante el abono de una cantidad mensual. Un dinero que fue enviando al falso militar.
Sin embargo, ni hubo matrimonio, ni novio, ni historia de amor. La mujer solo devolvió a su amiga 75 euros de los 17.596,11 prestados, por lo que esta le denunció por estafa.
El caso ha llegado este mes al Juzgado de lo Penal número 1, si bien la defensa de la acusada y la Fiscalía llegaron a una conformidad. En la misma acordaron condenar a la procesada a 6 meses de prisión y al pago de una indemnización de 13.000 euros, que abonará en pago fraccionado durante 24 meses, a 541,66 euros al mes. Respecto a la pena de prisión, se ha acordado que se suspenda su ejecución, bajo la condición de que la mujer no cometa ningún delito en un plazo de dos años. Al ser de conformidad, la sentencia es firme.
Las estafas del amor se extienden por todo el mundo y en el pequeño territorio de Gipuzkoa también hay víctimas de estos falsos 'lovers'. El último caso sonado que llegó a los tribunales fue en 2022, en un juicio contra un hombre que se hacía pasar por un mediador internacional de éxito con negocios en México o Dubái. Incluso contaba que había sido guardaespaldas del rey Felipe VI. Mantuvo una relación sentimental con una guipuzcoana, que le realizó pagos y transferencias durante años para sufragar viajes o comidas en restaurantes.
Son muchos los que se sorprenden de que haya mujeres que puedan caer en este tipo de timos. Pero los estafadores son profesionales que eligen a sus víctimas, estudian sus gustos y sus inquietudes, y crean un personaje, el hombre perfecto, que se gana su confianza. «Confiaba en él plenamente, estaba enamorada», dijo en el juicio una de las mujeres estafadas, vecina de Gipuzkoa, a la que estafó cerca de 30.000 euros.
Existe además la falsa idea extendida de que las víctimas de estos delincuentes son mujeres inocentes y especialmente vulnerables, pero nada más lejos de la realidad. La gran mayoría tienen buenos puestos de trabajo, porque lo que buscan los estafadores es dinero. «Me quedé en la ruina y cuando se dio cuenta me dejó, dejó de responder a los mensajes, me bloqueó en el móvil y en el Facebook», dijo la víctima.
Este hombre fue condenado a 1 año y 9 meses de prisión y a devolverle el dinero, 28.580,46 euros. El tribunal consideró que la versión del acusado, que negó la estafa y aseguró que todo el dinero que le facilitaron era parte de un acuerdo comercial, fue «inverosímil y pueril».
Precisamente la falsa relación con dos supuestos militares estadounidenses llevó hasta la muerte a las dos hermanas de Morata de Tajuña , el reciente caso que ha puesto en evidencia hasta dónde puede llegar una víctima en este tipo de estafas y los riesgos, no solo económicos, que entrañan. Las mujeres enviaron hasta 400.000 euros en unos siete años a dos falsos novios militares norteamericanos con el fin de cobrar una supuesta herencia de 7 millones de euros. Llegaron a pedir dinero a amigos y familiares, incluido su hermano, que también acabaría muriendo. Para hacer esas transferencias, algunas de 30.000 euros, acudían a un locutorio. Allí conocieron a Dilawar Hussain Fazal Chouhdary, un paquistaní que conoció la existencia de una herencia y llegó a un trato con las hermanas, por el que él vendería el locutorio y les prestaría unos 50.000 euros, a cambio de que ellas le devolvieran 100.000. Algo que no ocurrió, porque nunca hubo herencia, y el paquistaní asesinó a los tres hermanos en su casa en enero.
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