Ramón Muñiz
Martes, 12 de agosto 2014, 18:11
Al mediodía del martes 12 el buque-escuela Creoula llegó al estrecho de Gibraltar, uno de los puntos más calientes de la navegación marítima internacional. El lugar es la intersección entre dos continentes y dos mares de muy distintas características. La intensidad del viento y del propio tráfico perjudica a embarcaciones como el lugre, dependiente de las velas y de su moderado motor. En 2011 el Creoula ya tuvo complicaciones para superar el estrecho, toda vez que encontró un fuerte Levante en contra que le obligó a buscar refugio antes de hacer un segundo intento de franquear el paso. "Es como si intentaras meter una bicicleta en una autopista", explicaba entonces el entonces comandante del buque-escuela, Nuno Cornelio da Silva. La última posición del navío publicada por Localizatodo.com evidencia la fuerte presencia de embarcaciones en las mismas aguas por las que ahora navega el velero. La casualidad ha provocado que el buque-escuela franquee este espacio justo cuando Tarifa vuelve a los espacios informativos por la afluencia de pateras y Gibraltar lo hace por el informe de la Oficina Antifraude Europea (Olaf) por los indicios de contrabando de tabaco.
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