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Conversaciones en la terraza del bar: volvamos al lugar que nos une

Los bares y restaurantes han vivido un sinfín de reencuentros durante los pasados días: familiares que llevaban meses sin verse, amigos que al fin pudieron desvirtualizar sus cañas y hosteleros y proveedores que, más que compañeros, son familia. Y con el objetivo de ayudar, de personas a personas, en Mahou San Miguel surge la iniciativa #SomosFamilia, un compromiso por el cual se han unido sus cuatro marcas icónicas para echar una mano a la hostelería tras el confinamiento

Redacción: Cecilia Marín
Ilustraciones: Sofía Sisqués

Les han dedicado canciones, películas y hasta poemas. Forman parte de nuestra idiosincrasia más genuina y hay quienes piden incluso que los declaren Patrimonio de la Humanidad por su valor social, cultural y económico. Los bares son esos lugares en los que sucede la magia. Con una caña bien tirada, tienen la capacidad de transformar un día gris en uno luminoso. Catalizadores de felicidad y alegría, los bares y restaurantes españoles han sufrido estos meses un duro revés. O, mejor dicho, quienes viven de ellos. Se calcula que 300.000 establecimientos y 1,7 millones de personas viven directamente de la hostelería en nuestro país, una actividad que se ha reducido los pasados meses al 80%, según datos del sector.

Hosteleros, comerciales, distribuidores, proveedores, repartidores… Todo ellos forman parte de la misma maquinaria. Y si ha habido un sentimiento transversal durante este tiempo, es el de ser una familia. Así, porque la familia es familia en las buenas y también en las malas, las cuatro marcas icónicas de Mahou San Miguel -Cervezas Alhambra, San Miguel, Mahou y Agua Solán de Cabras- se han volcado en el apoyo a los establecimientos con la iniciativa #SomosFamilia. Su punto de partida está siendo la ayuda a la hostelería y, para ello, durante el periodo de reapertura han realizado una aportación extraordinaria de producto que supondrá para los hosteleros una facturación estimada de 75 millones de euros. De este modo, se ha entregado a sus clientes dos barriles de cerveza por cada grifo y el equivalente al consumo medio aproximado de toda una semana en botellas retornables tanto de cerveza como de agua mineral natural, todo ello con el objetivo de impulsar las aperturas haciendo que los establecimientos puedan reiniciar la actividad con menores costes.

Conversaciones en la terraza del bar

De norte a este del país, pasando por el centro, tres parejas de hosteleros y trabajadores de Mahou San Miguel nos hacen partícipes de su conversación, de las emociones vividas durante este tiempo, del verdadero significado que tienen los bares en este país y de cómo su relación, que comenzó como cliente-proveedor, pasó a convertirse en amistad hasta llegar a ser, sencillamente, familia.

''Los bares son un segundo hogar''

Conversación entre Mónica Pujana y Álex Urrutia. Gu2 (Bilbao)

Reapertura con flores y litros de cerveza

Mónica Pujana acumula muchos momentos vividos detrás de la barra, pero hay un día y una hora que permanecerán grabados a fuego para siempre en su memoria: el sábado 14 de marzo a las cinco de la tarde. Poco antes de declararse el Estado de Alarma, el Gu2, bar que regenta desde hace cinco años en Bilbao, bajó la persiana por un tiempo entonces indefinido. Aún no sabía que tardaría tres meses y una semana en volver a levantarla, el 22 de junio, y que lo haría con un centro de flores “espectacular” bajo el brazo. “Le dije al repartidor que tenía que haberse equivocado, pero no. Era de unos clientes que nos daban la bienvenida. Y esa es la recompensa: que la gente del barrio, la que viene a diario a tomar una cerveza y un pinchito, siga aquí”, dice con emoción. Gestos de calidez y cariño que también ha recibido en la época en la que más reinaba la incertidumbre. Todas las semanas recibía una llamada de Joseba, comercial de Mahou San Miguel, preguntándole qué tal estaba e informándole de las acciones que estaban llevando a cabo para salir juntos de ésta. Álex Urrutia, Jefe de Ventas de la compañía en Bilbao, también ha estado al lado de Mónica durante el confinamiento y ha trabajado al 100% para poder surtir a hosteleros de la zona como ella de esos litros de cerveza y agua que están minimizado “el batacazo económico” sufrido. “La idea es que la reapertura no fuera una preocupación para ellos y que esos primeros días, los más complicados, pudieran ser, por nuestra parte, a coste cero”.

Por la naturaleza de su trabajo, a ambos les une una relación “estrechísima”. “Dicen que a la gente se la conoce de verdad cuando las cosas van mal, y yo me he sorprendido durante el confinamiento pensando muchísimo en los clientes en el ámbito personal: ¿estarán bien?, ¿qué van a hacer con la terraza?”, recuerda Álex. “Hay veces que se dice ligereza eso de que somos como familia de alguien, pero en este caso es cierto”, garantiza. “El movimiento se demuestra andando”, secunda Mónica, “y que te llamen y te digan ‘oye, chicos, seguimos estando aquí, hemos decidido apoyaros’, son cosas que no se olvidan”.

''Un mundo sin hostelería es inconcebible''

Conversación entre Ricardo Mirasol y Juanjo Calvo. Bar Ricardo (Valencia)

El cartel de cerrado más insólito desde 1947

En sus 70 años de vida, el Bar Ricardo nunca había estado tanto tiempo cerrado como en este 2020. El cartel de ‘Cerrado por vacaciones’ que colgaban primero sus abuelos y luego sus padres para darse un pequeño respiro al año se queda corto con el que tuvo que colocar el pasado mes de marzo Ricardo Mirasol, la tercera generación de hosteleros de este bar de tapas situado en el valenciano barrio de la Petxina. “Vivimos el cierre con sorpresa y preocupación. Más tarde llegó la resignación, pero no nos podemos quejar: hemos disfrutado más que nunca con los hijos. La hostelería roba mucho tiempo a las familias, y eso de desayunar, comer y cenar juntos tantos días no lo habíamos hecho nunca”, apunta. Entre partidas de cartas y juegos de mesa con sus hijos, recibía periódicamente la llamada de Juan José Calvo, Juanjo para los amigos, Jefe de Ventas de Mahou San Miguel en Valencia. “Casi desde el primer día hemos estado conectados para transmitirnos mensaje de ánimo, tranquilidad y confianza Eso ha ayudado mucho”, reconoce. “Juanjo y yo hemos charlado de todo durante la cuarentena”, refuerza Ricardo. “Al final se crean lazos de amistad, hablamos de familia, de fútbol… de muchas otras cosas aparte del negocio. Somos como cualquier otro amigo”.

Ambos pudieron retomar estas conversaciones cara a cara en la reapertura de la fase 2. “El mayor recuerdo que tengo de ese reencuentro es verle, ya desde lejos, con la sonrisa puesta”, rememora Juanjo. Ricardo reconoce que volvió a poner el cartel de abierto “con ilusión y dudas”, pero la respuesta fue excepcional por parte de clientes, compañeros y, cómo no, proveedores. “La reposición y aportación de cerveza y agua por parte de Mahou San Miguel ha sido un balón de oxígeno, una ayuda de la que estamos muy agradecidos”. Y si Ricardo está agradecido, Juanjo solo puede definirla como la acción “más importante” que ha vivido: “Es una iniciativa que habla de personas que trabajan juntas para ayudar a otras personas. Este es un trabajo muy social y es difícil desvincularlo de lo personal. Todos tenemos familias, inquietudes y alegrías que celebrar”.

''Tomarse una cerveza juntos, une''

Eduardo Pozueco y Santiago Arrazola. El Trasgu (Torrelodones)

Caras de felicidad que dan sentido a todo

Eduardo Pozueco se enamoró años atrás de un antiguo palacete de los años 40 situado en Torrelodones y, en 2007, convirtió ese lugar en El Trasgu, un restaurante con una terraza que posee unas vistas privilegiadas del skyline madrileño. Lo que no vio desde allí es que tendría que cerrar su negocio de un día para otro a mediados de marzo. “De primeras fue un palo duro y nos quedamos un poco en shock. Luego nos liamos la manta a la cabeza y aprovechamos para hacer obras, esas cosas que nunca vienen bien”, comenta. Desde los 14 años dedicado a la hostelería, Eduardo volvió a abrir su negocio el 3 de junio con una reapertura “espectacular”. “La gente ha respondido fenomenal. Se les veían las caras de felicidad. Es lo bonito de la hostelería, cuando la gente disfruta nosotros disfrutamos con ellos. Si no, este oficio no podría ser”.

Además del respaldo de los clientes, Eduardo también se ha sentido arropado por sus proveedores. Uno de ellos es Santiago Arrazola, Gestor Comercial de Mahou San Miguel, quien ha estado “al pie del cañón” ayudándole durante estos meses. “Hemos hablado mucho por teléfono”, reconoce Santiago. “Tenemos previsto aún comer un día juntos más de tú a tú, porque al final no es solo cliente, es amigo”. Eduardo califica de “detallazo” la acción #SomosFamilia. “Económicamente es una ayuda, pero para nosotros el detalle es lo más bonito. Todas las ayudas siempre vienen bien, y más las que surgen sin pedirlas. Que estén ahí en momentos duros es de agradecer”. “Nosotros estamos encantados de ofrecer cerveza y agua”, manifiesta Santiago. “Llamar y decir ‘esto es para ti, Eduardo, Juan, Pedro, con nombres y apellidos, para que puedas empezar. Y luego seguiremos echándote una mano con todo lo que podamos, pero por lo menos que empieces’ ha sido algo extraordinario”, manifiesta convencido de que los bares unen a las personas. “Creo que tenemos que dejar atrás nuestras mochilas distintas y buscar la unión, y lo que más nos une es sentarnos en un bar a tomar una cerveza”.

#SOMOSFAMILIA

Con la iniciativa #SomosFamilia, Mahou San Miguel ha querido reunir a sus cuatro marcas icónicas -Cervezas Alhambra, San Miguel, Mahou y Agua Solán de Cabras- para mostrar su compromiso con el sector hostelero de este país tras el cierre de los establecimientos provocado por la crisis del Covid-19.

Así, han querido agradecer el esfuerzo realizado durante estos meses poniéndoles nombres y apellidos. Porque detrás de cada bar y de cada restaurante, hay mucha gente. Y todos son, en definitiva, familia. Y la familia se ayuda, cueste lo que cueste.

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