Los genes ópticos de Guillermo Quesada

Con once años, Eduardo Quesada (Oviedo 1964) ya hacía los recados para la óptica que fundó su abuelo, Guillermo Quesada Junco, hace un siglo y cuyo nombre responde al apellido familiar. «Aprovechaba las vacaciones y venía a ayudar. Iba a Correos, a los bancos,...». Entre el ir y venir, observó cómo se atendían a los clientes que acudían al local de la calle Melquíades Álvarez y los entresijos de una profesión que eligió para sí: «Soy óptico y técnico superior de audiología protésica».

Pronto empezó a trabajar en el negocio familiar. «Los orígenes de Óptica Quesada están en Infiesto; luego se abrió la tienda de Melquíades Álvarez. Yo me gradué en 1986 y años después abrimos en la calle de San Bernabé«, donde se incorporó el servicio de audiología.

No obstante, hace un siglo, en 1919, «empezó siendo una óptica y relojería. Ambos negocios iban antes juntos». Tras los pasos de Guillernos Quesada, su hijo, con el mismo nombre, le sucedió y ahora es su nieto, Eduardo, quien está al frente.

La actividad en la óptica no ha cesado en estos dos meses de crisis sanitaria. Atendieron «urgencias» y durante la desescalada fue un «goteo continuo de clientes». «Los recibimos con cita previa, aunque no es obligatoria». Entre las novedades que han incorporaron está un purificador de aire.