Rosalía Agudín
Jueves, 16 de julio 2020, 11:48
Cuando a Elena Belzunce (San Sebastián, 1959) le tocó elegir oficio se decantó por jardinería y paisajismo, estudiando en la madrileña Escuela Castillo de Batres. Allí conoció a Belén Berjano y se hicieron muy amigas.
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En 1983 montaron El Invernadero, una ... floristería situada en la calle González del Valle y especializada en bodas, aunque abierta a todo cliente que quiere «sorprender».
En 1991 se sumó al negocio Beatriz García-Morán. Todas apostaron por un establecimiento con «la mente abierta». En Asturias no «existe mucha costumbre de hacer jardines como hay en Inglaterra» y poco a poco se fueron especializando en el mundo de las bodas. «Fuimos pioneras en las flores secas y nuestro trabajo no es estático. Nos encanta lo que hacemos e innovamos viajando y viendo tendencias».
Este año, según Belzunce, es de supervivencia por la crisis sanitaria, que ha roto cualquier previsión. Su objetivo es «sobrevivir» a pesar de que muchas de las bodas programadas se han cancelado o aplazado. «Nuestro objetivo es que 2021 sea como el año pasado. Seguiremos formándonos y nutriéndonos como lo hemos hecho siempre».
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