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Lleva abierta desde hace cuarenta y siente años y no hay vecino del barrio de Santo Domingo que no conozca o no haya entrado a la droguería Mestallón. Es «casi de las más antiguas de Oviedo», cuenta Raquel Iglesias Simón. Lleva las ... riendas de este emblemático establecimiento, en pleno barrio de los Dominicos, desde hace veintitrés años. «La tienda la abrieron mis padres. Empezaron con los productos típicos de droguería pero también con menaje y ferretería». Raquel Iglesias lleva «toda la vida aquí. De pequeña, yo hacía los deberes del colegio en la tienda», recuerda.
Ahora, tras reabrir el pasado 11 de mayo, después de dos meses de obligado cierre por la crisis sanitaria, confiesa que volvió a sentir esos nervios de colegial. «El primer día que abrimos estaba tan nerviosa como cuando empiezas el colegio».
No es para menos, en casi medio siglo de existencia, este comercio no había cerrado nunca sus puertas. El secreto, según cuenta su propietaria, es «mantener la empatía con la gente, ponerte en el papel del cliente».
Iglesias siempre tuvo claro que su vida profesional estaría ligada al comercio que abrieron sus padres. «Yo siempre tiré para la tienda. Estudié Estética para complementar mi trabajo y aquí me quedé». Y en estas dos décadas, no le ha faltado «la complicidad» de sus clientes.
En mente tiene la celebración del medio siglo de droguería Mestallón. «Habrá que hacer algo», deja caer.
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