«La gente está volviendo al comercio de barrio»

Lo ve en su propia experiencia. «Ahora le gente viene, te encarga los libros y si tienen que esperar un tiempo, porque las editoriales aún no están a pleno rendimiento, esperan, están teniendo paciencia», valora Cristina García. Su valoración, tras la vuelta a la nueva rutina, es «positiva» sobre todo después de decidir cerrar cuando se decretó el estado de alarma. «Yo como papelería podría haber abierto pero como tengo una hija en grupo de riesgo, opté por cerrar. Los clientes lo entendieron, era tiempo de aguantar para poder salir de la situación».

Ahora está compartiendo «incertidumbre» con los preparativos de la vuelta al cole. A estas alturas, el pasado año ya tenía en sus manos todo el catálogo de papelería, a día de hoy, aún no se ha planteado ni el pedido. Pero lo habrá y si algo se ha aprendido es «a tomarse las cosas con más tranquilidad».