Yolanda González posa en su hábitat cotidiano. Joaquín Pañeda

«No recuerdo un día sin coser desde hace años»

Yolanda González montó su negocio hace 27 años en la calle Casimiro Velasco de Gijón, donde sigue cosiendo y evolucionando

Miércoles, 15 de julio 2020, 19:19

Yolanda González no recuerda un día sin coser desde hace muchos años. Incluso, en una ocasión, rompió el menisco y no dejó de trabajar. «Probaba a las clientas desde la silla de ruedas». Hizo su primer vestido a los 13. Se casaba su ... hermano y decidió confeccionar su propio traje. «Me quedó muy bien». Empezó a dar puntadas... y hasta hoy. Casi medio siglo después es incapaz de contabilizar el número de trajes y vestidos que han pasado por sus manos. Muy diferentes. Originales y únicos. Nunca hay dos iguales. Solo son idénticos en algo: en ellos reina la creatividad y el entusiasmo. «Tienes que tener la mente abierta», y una gran destreza porque ella llega a realizar un traje al día. «En mi familia todos somos un poco artistas. Mi madre nos hacía la ropa y yo empecé a ojear el Burda y a cortar patrones. Mi abuela hacía bolillos y ganchillo». Y ella comenzó a confeccionarse su ropa.

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En Vestuario Yolanda González tiene su taller. Allí, junto a su marido Carlos, pasa muchas horas cosiendo. Luego, en casa, idea diseños. Es una mujer de carácter y le gusta dar su opinión a las clientas. «Si algo les queda mal se lo digo por mucho que les guste», asegura.

Toda esta aventura nació del teatro. «Tenía amigos que estaban en el TAE y les hice los trajes para el espectáculo 'Cabaret'. Luego vinieron muchos más». Muchos más espectáculos y muchos más trajes. En principio, el negocio parecía enfocado a una tienda de disfraces, pero esa parte ya la ha abandonado. Uno de sus platos fuertes son los trajes flamencos. «Yo odiaba las sevillanas, no me gustaba nada de lo que les rodeaba. Por una casualidad, me encargaron trabajos en esa línea y ahora centra la mayor parte de mi trabajo», explica.

A Yolanda le «incomoda» el color naranja y no se viste de rojo. Su tonalidad favorita es «el azul pavo» y jamás confeccionaría ropa de calle. «Me aburre», arguye. También ha realizado trajes en papel: «Era cuando 'El Chino' comenzó a hacerlos y a participar en las fiestas del Parque del Piles. Junto con mi hermano mayor, Primitivo, empezamos a participar y a desfilar. Yo tenía 13 años y hacía el vestuario de los dos. Luego nos comentaron que había concursos en Cataluña y empezamos a participar». Y a ganar en cada uno de ellos. Así estuvieron veinte años.

Desconoce qué pasará en el futuro con su negocio, pues en cinco años prevé jubilarse y viajar. Seguirá, no obstante, «haciendo algunos encargos para sus fieles clientas».

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