«Internet hará desaparecer a los pequeños negocios»

Ana Fernández regenta ahora el negocio junto a su hermano José y reconoce que «hay que adaptarse a los nuevos tiempos. La gente tiene ganas de comprar, aunque la venta sigue siendo menor que la anterior al confinamiento». Tras la vuelta de los compradores, las preferencias están claras: «Estamos vendiendo, sobre todo, mesas y sillas de trabajo y sofás. La gente ha pasado mucho tiempo en casa y se da cuenta de la necesidad de estar cómoda en el hogar». Recuerda que la primera venta tras el confinamiento fue un objeto de decoración. «Una chica quería un adorno que había visto antes del cierre».

Pero hay muchos cambios, dice, que ya serán «irreversibles. Nada volverá a ser como antes. Las redes sociales, la venta por internet destruirá al pequeño comercio. Pero si desaparecemos, qué va a quedar en las ciudades? Serán sitios vacíos y tristes«. También se lamenta de que no podremos disfrutar de uno de los privilegios de estar tras un mostrador. «La cercanía con la gente, poder ayudarla, asesorarla, dialogar con ella para que lleve a su hogar lo que mejor se adapte a su estilo, todo ello no va a ser posible con las ventas a través de internet».