«Hay que ser cercano y estar al día para llegar a la gente»

Desde 1990 regentan la Droguería Perfumería Industrial, un negocio en El Llano que habían montado los padres de Rubén, Emilio y Gloria, en el año 1986. Rubén, estudiante de electrónica industrial, empezó a pasar por allí para echar una mano hasta que se fue a la mili. Ya andaba ennoviado con Benigna, que estudiaba laboratorio de análisis clínicos. A la vuelta del servicio militar, los padres les ofrecieron hacerse cargo del negocio y así lo hicieron. Hace de eso tres décadas. A los pocos meses de comenzar, se casaron.

Benigna Fernández, a la que todos llaman Beni, nació hace 51 años en Oviedo, pero de adolescente se trasladó a Gijón y en esta ciudad se quedó. Rubén Sánchez, de 53 años, recuerda de vez en cuando su interés por el mundo de la publicidad, en el que le hubiera gustado introducirse. Pero si en algo coinciden plenamente es en que «lo más importante es intentar tener todo tipo de artículos, esos que sabes que te van a pedir, dar el mejor servicio. Hay que ser cercano para llegar a la gente y estar al día». Por ello, ahora están centrados en su página web y en las redes sociales. «Todo ha cambiado, hay un vuelco informático y no te puedes quedar atrás». Intentan, de todas formas, combinar las nuevas tendencias con lo clásico y tradicional de un negocio diferente en la ciudad. «Queremos apostar por las tendencias de siempre, esos productos que utilizaban nuestras madres y que tenían una calidad extraordinaria. Muchos se han ido perdiendo pero, en el fondo, se echan de menos». Aseguran que les encanta el trato con la gente y eso «es esencial si estás detrás de un mostrador. Es importante asesorar, decirle al cliente lo que le va mejor en cada caso, y que luego él decida». Están muy satisfechos de contar con una clientela fiel que viene de distintos puntos de la región. Cuando echan la persiana, lo que más les gusta es pasear, caminar y disfrutar de sus dos hijas y su recién nacida nieta.