Francisco Vizoso, actual miembro de la Unidad de Investigación del hospital gijonés de Jove, es licenciado en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela, doctor y máster en Hepatología por la Universidad de Oviedo, especialista en cirugía general y del aparato digestivo y merecedor ... de más de cincuenta galardones honoríficos. Estará esta misma tarde, a las siete, hablando en el Aula de Cultura de LA VOZ sobre el uso de las células madre en la medicina actual.
-¿En qué punto de avance se encuentra la medicina en Asturias?
-La medicina es uno de los ámbitos de los que más se habla en términos de avance, y no es que no los haya habido, pero la pandemia los ha puesto en cuestión. Un virus se ha llevado la vida de 600 millones de personas y ha conseguido generar otros tantos millones de contagios. Es evidente que aún necesitamos más.
-¿Es común tener una enfermedad difícilmente resoluble?
-Mucha gente se ha empezado a hacer consciente ahora de que es portadora de enfermedades con difícil curación. Hablamos de nombres tan mediáticos como la ELA o el Párkinson, pero también de nombres comunes: diabetes, artrosis, glaucoma... todas ellas ocupan una parte importantísima de la población. De hecho, el 40 por ciento va a tener una enfermedad que no tiene resolución adecuada.
-¿Qué es lo que determina ahora mismo que una enfermedad no tenga solución?
-El denominador común a estas enfermedades es la pérdida de tejido. Son enfermedades generadas por la información negativa que sale de manera inusitada en nuestro organismo. El problema está en que el organismo no tiene posibilidad regenerativa, por lo tanto a priori esas pérdidas dejan afectado al órgano de manera definitiva.
-¿Las células madre ofrecen una alternativa?
-Sí. Necesitamos nuevas soluciones médicas ante las que nuestro propio sistema inmunológico no pueda combatir. Para esto no vale la medicina clásica. Por ello que hace tres décadas que el personal investigador puso su mirada sobre las células madre, pero supone asumir una serie importante de riesgos.
-¿Qué tipo de riesgos?
-Depende del tipo de célula devienen problemáticas diferentes. Por ejemplo, hay un tipo de células madre, las llamadas mesenquimales, que se obtienen de la grasa, del cordón umbilical... y son resistentes, pero aun así su transplante de unas personas a otras puede provocar rechazo, dar lugar a tumores o inducir enfermedades en el paciente al que se dirige. Por no hablar de que el mantenimiento de las células es muy costoso.
-¿Cuál es el problema ético en el uso de las células madre?
-Ocurre en el caso, por ejemplo, de las células embrionarias, porque podría darse desde una clonación hasta la acumulación de toda tu información genética a disposición de un laboratorio, lo cual visto desde el punto de vista de la ley de protección de datos, imagínate.
-En su equipo de investigación han cambiado el paradigma a nivel mundial.
-Sí. Hay algo claro, y es que el ser humano nunca va a poder superar a la naturaleza. Nosotros hemos descubierto un nuevo tipo de célula en la antesala del útero que tiene propiedades regenerativas, antiinflamatorias y antimicrobianas.
-De manera que es una célula que elimina toda posibilidad de rechazo en el proceso de trasplante.
-No solo eso, sino que además hemos visto que, cuando se le suministra un nutriente, segrega un cóctel de sustancias como proteínas, vesículas extra celulares..., que cumplen con los mismos efectos regenerativos de la propia célula. Evitas los riesgos del trasplante y te beneficias de propiedades curativas generadas por la célula de manera natural. Es aplicable, incluso, al ámbito veterinario. Es un hito .
-¿En qué se ha aplicado ya?
-En el síndrome del ojo seco ya estamos en fase de ensayo clínico para desarrollarlo a nivel farmacéutico y ahora estamos también trabajando con la enfermedad intestinal de Chron, que incrementó su incidencia hasta treinta veces en las últimas décadas.
-¿Qué se necesita para desarrollar el proyecto?
-Apoyo económico para trabajar con bioreactores, máquinas que elevarían a nivel industrial la producción del laboratorio.