Windar suma otro proyecto eólico en Europa y mantiene su crecimiento en el sector y el empleo

Según informó ayer Iberdrola, Windar fabricará cincuenta piezas de transición, que son las que unen las torres de las turbinas eólicas a los cimientos, mientras que la compañía alemana EEW construirá los cincuenta monopilotes que sostendrán los aerogeneradores.

En la construcción de estas piezas de transición en las instalaciones de Windar participarán unos treinta proveedores de la compañía avilesina en el norte de España, entre los que se encuentran empresas de producción de acero, componentes, equipos, pruebas y maquinaria auxiliar. Según los cálculos de ambas empresas, el contrato movilizará ochocientos puestos de trabajo, en base a 1,3 millones de horas de trabajo.

Está previsto que la fabricación de las piezas comience en octubre y, si todo se desarrolla sin interrupciones, se prolongará hasta diciembre de 2022. El embarque de la carga hacia Alemania está señalado para principios de 2023.

Por su parte, en la megafábrica de EEW en Rostock, situada junto al Mar Báltico, se construirán los monopilotes, con un diámetro de entre 9 y 8,75 metros, una longitud de entre 75 y 90 metros y un peso máximo de las cimentaciones de hasta 1.402 toneladas. Estos componentes se construirán entre enero de 2022 y enero de 2023 y el inicio de la carga se prevé en abril de 2023.

El mar Báltico concentra un potencial de 93.000 megavatios de energía eólica marina por el que están apostando países como Alemania, Polonia, Suecia y Estonia.

Esta nueva adjudicación a Windar confirma la confianza de Iberdrola en la empresa avilesina, con la que cerró recientemente un acuerdo de colaboración para la fabricación y suministro, junto con Navantia, de 130 cimentaciones tipo monopile XXL valorado en cuatrocientos millones de euros.

Este acuerdo permite a Iberdrola pedir estas cimentaciones, tanto a Windar como a Navantia, por el citado valor, entre 2023 y 2025. Se asegura así el suministro preferente para la construcción futuros parques eólicos marinos.

Para ello, el consorcio formado por Navantia y Windar pondrá en marcha una fábrica de monopiles XXL en terrenos del astillero de Navantia en Fene (A Coruña). La nueva planta fabricará cimentaciones de más de cien metros de longitud y hasta 2.500 toneladas de peso, estará disponible en un plazo de trece meses y se situará en una parte de la instalación del astillero de Fene, sin interferir con los medios productivos destinados a la construcción de otros productos de eólica marina, como son 'jackets' y estructuras flotantes.

La relación entre Iberdrola, Navantia y Windar suma siete años y contratos por un valor cercano a 1.300 millones de euros. Entre los proyectos ya ejecutados por el consorcio para Iberdrola se encuentran los parques eólicos marinos Wikinger, en el mar Báltico; East Anglia One, en el Reino Unido; el nuevo parque eólico de Saint Brieuc, en aguas de la Bretaña francesa y dos subestaciones para estos dos últimos parques, adjudicadas a Navantia. Además, Windar realizará las piezas de transición para el parque que la energética construirá en Estados Unidos, Vineyard I.

En todos estos trabajos han participado más de 2.000 profesionales de forma directa. A ellas se sumarán los varios miles de empleos que se generarán en contratistas locales, tanto en España como en Francia, donde Navantia-Windar dispone de una unidad productiva en el puerto de Brest, donde se fabrican componentes de las 'jackets' para el parque.

Hace un año, Iberdrola adjudicó a la UTE Navantia-Windar la construcción de 62 'jackets' que sustentan los aerogeneradores marinos y los pilotes necesarios para su instalación en el parque francés de Saint Brieuc. El contrato, por un importe de 350 millones de euros, representó en su momento el mayor de la historia de Windar-Navantia en el sector de la eólica marina.

La buena marcha de Windar la ha llevado a ampliar sus instalaciones y a apostar por un centro de investigación que instalará en el Parque Empresarial del Principado de Asturias (PEPA). Actualmente está en obras y se espera realizar el traslado de la sede desde la avenida Conde de Guadalhorce al PEPA en septiembre.

Además, la Autoridad Portuaria de Avilés ha concedido a Windar Offshore el nuevo edificio de servicios construido en la margen derecha, en los muelles de Valliniello, durante cuatro años.

El edificio cuenta con dos plantas, vestuarios para 150 personas, comedor para cuarenta comensales, una sala de reuniones y despachos. En total, suma más de 600 metros cuadrados. Dispone, además, de un aparcamiento para 43 vehículos con dos puntos de recarga eléctrica.

Este edificio fue pensado precisamente para sustituir a las estructuras provisionales que en los últimos años han servido de vestuarios para los trabajadores que operan en el muelle de Valliniello. La empresa Windar Offshore, para la que ahora se ha aprobado la concesión, es una de las principales que utiliza estos muelles de la margen derecha de la ría para mover sus mercancías relacionadas con los nuevos sistemas de generación de energía.