Windar finaliza el embarque de las estructuras para el mayor parque eólico de Estados Unidos

El proyecto ha supuesto uno de los mayores retos logísticos del puerto avilesino, con hitos como la entrada de los enormes buques de CPO, unos colosos semisumergibles de 225 metros de eslora y 48 de manga, récord absoluto en la ría, que hasta entonces contemplaba en sus estándares de entrada y salida únicamente 33 metros de manga.

La carga que se completará a lo largo del día de hoy supone «una alegría y un alivio» para el puerto avilesino, según reconocía ayer Manuel Echeverría Suárez, jefe de la división de Operaciones y Desarrollo de Negocio de la Autoridad Portuaria. Ha sido un año y medio de gran exigencia, de muchos estudios para comprobar la viabilidad de estas cargas, de muchas reorganizaciones de la operativa portuaria, que se han saldado con éxito y que han servido para «abrir un camino» y demostrar la capacidad del puerto para mover este tipo de elementos.

Las piezas se transportan en vertical, sobre una cuna de la que se soltarán dentro de unos doce días en Halifax, en Canadá. Allí se moverán a otro barco, que será el encargado de instalarlas frente a las costas de Massachusetts. El parque supone una inversión de más de 2.700 millones de euros y ya se encuentra parcialmente en funcionamiento.

Echeverría quiso ayer además agradecer a la comunidad portuaria su colaboración para que este proyecto saliera adelante, ya que la ingente cantidad de espacio necesario en los muelles ha obligado a empresas como Fertiberia, Arcelor, Asturfeito, Hierros Marcelino Franco o Idesa a trabajar en espacios más reducidos y a adaptar su planificación. «Todos entendemos que ese es el camino y que la actividad de Windar es muy positiva para la comunidad por su incidencia en el empleo, así que hemos tirado por Windar y lo haremos por otros», afirmó.

Las piezas del Vineyard han puesto de manifiesto la necesidad del puerto de contar con más espacio y de agilizar el plan de expansión.