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C. DEL RÍO
AVILÉS.
Domingo, 17 de septiembre 2023, 00:51
La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, era la única representante política de las que ayer siguió en primera línea la demolición de la chimenea número 5 de baterías de cok que no tenía recuerdos de la infancia asociados a este paisaje industrial, sin embargo y a juzgar por los adjetivos que escogió para definir el momento, lo vivió con la misma emoción que cualquiera de los demás. Esther Llamazares (PP) o Arancha Martínez Riola (Vox), además, vincularon el momento a sus memorias, sin embargo la alcaldesa Mariví Monteserín se desprendió de toda nostalgia y prefirió manifestarse en clave pragmática. Para la regidora solo cabe mirar hacia delante y el cumplimiento del calendario firmado.
«Estamos viviendo un momento de cambios en el mundo y simbólicamente aquí estamos viviendo el cambio que es desde el pasado hacia el futuro. El futuro va a ser sin duda diferente porque hablamos ya de otro tipo de industrias limpias y sostenibles», afirmó.
Subrayó las bondades de un suelo industrial «absolutamente privilegiado, no solo por la ubicación, por estar cerca del puerto, sino por el entorno, por el ecosistema industrial que tiene en su entorno, que es muy atractivo para determinadas empresas» y aseguró que «ahora tenemos que implicarnos mucho, las tres administraciones y Sepides, en la comercialización, que realmente sirva para hacer un proyecto tractor para todo nuestro municipio y nuestra comarca».
Que haya un gobierno en funciones y esté aún en el aire la investidura del próximo no la desvela porque «esto tiene un calendario que se está ejecutando y con mucha precisión», aunque sí admitió que podría «haber problemas para entrar en proyectos nuevos o diferentes, pero para lo que hay ya contratado, un gobierno en funciones no tiene por qué retrasarlo».
Roqueñí definió la voladura como un momento «sobrecogedor y simbólico» que, además, evoca otros sentimientos. Por ejemplo el de nostalgia del pasado, «pero también de ese futuro que se abre en este entorno y que es un símbolo de la transición ecológica que estamos todos viviendo y que abre nuevas oportunidades en una industria más verde y más sostenible».
Aseguró, además, que desde el área de Medio Ambiente se está muy pendiente de todas las autorizaciones relacionadas con el movimiento y la gestión del residuo y manifestó que, de momento, «va muy bien». «Estamos muy contentos de cómo se está llevando y gestionando. Esto es un hito, pero no deja de ser una operación más de la fase en la que estamos de desmantelamiento de baterías de cok», añadió.
Esther Llamazares, portavoz del Partido Popular, sintió que vivía «un momento histórico para la ciudad porque esto es parte de la historia de Avilés». Para ella es especial, además, porque su padre trabajó en baterías «y obviamente es muy emotivo y muy emocionante, le acabo de mandar el vídeo».
Reflexionó Llamazares que, por un lado, «se acaba una etapa de esa historia y da pena porque forma parte de tu vida, de tu entorno, de la economía de esta ciudad y de su prosperidad», pero por otro destacó la «confianza» que genera este momento. «Hay etapas que se acaban y otras que empiezan. Ojalá esto sea el principio para volver a posicionar Avilés en una nueva etapa de cara al futuro y que eso sea lo que mantenga la prosperidad de Avilés, lo que mantenga viva esta ciudad, lo que genere empleo y lo que genere dinamismo de la economía que hace falta».
También Arancha Martínez Riola, portavoz de Vox, tiene todos sus recuerdos de la infancia vinculados con esas chimeneas y gasómetros que veía desde el salón de la casa familiar. De hecho ayer «mis padres están asomados a la ventana porque desde su salón se puede ver la demolición de la torre».
Ella también confesó «sentimientos encontrados» porque «se desdibuja el 'skyline' de Avilés y por una parte el proceso de desindustralización de Avilés culmina con la voladura del parque de baterías», pero al igual que había señalado Llamazares, «se abre otra etapa». Eso sí, aprovechó para pedir a Sepides, que gestione el suelo con responsabilidad. «Esperamos que Sepides no quiera enriquecerse a costa del suelo de Avilés y que realmente promocione los suelos como se merecen y esto sea el revulsivo que tanto se necesita», advirtió.
David García, concejal de Cambia Avilés, contrapuso la «tristeza y nostalgia» por la desaparición de un paisaje que «hemos visto toda la vida, sobre todo los que nos criamos por aquí al lado», con un futuro que espera «se llene de empresas y genere empleo sostenible y ecológico».
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