
El viento y el óxido están haciendo estragos en el Museo de Anclas de Salinas. Una de las velas, ubicada en la parte superior de La Peñona, se venía abajo la noche del pasado jueves. La Policía Local se ha encargado de acordonar la zona por motivos de seguridad hasta que se revise el estado de todas las estructuras artísticas.
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Se descarta que hayan mediado en ello actos vandálicos y los agentes apuntan a que las rachas de viento de la semana pasada fueron las que acabaron por derribar una de las velas, la que tenía los anclajes más dañados por el óxido. Aún así, el cordón de seguridad afecta a toda la zona para evitar el paso de peatones. La Policía Local ha requerido un estudio de un técnico especializado para comprobar el estado en el que se encuentran el resto de velas, aunque de primeras de apunta a que no supondrían un peligro ya que están en mejores condiciones que la afectada.
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