Roberto López, de La Magia de Sioux, en su puesto de venta de artesanía en el Mercado de Navidad. O. A.

Menos ventas en las ferias navideñas por Amazon

Los comerciantes y artesanos de Las Meanas y de La Exposición han vivido una Navidad más floja que la del año pasado

BORJA PINO

AVILÉS.

Martes, 7 de enero 2020, 00:17

La Navidad ha terminado y, con el fin de las festividades, llega el momento de desmontar la decoración, retirar el champán y hacer balance del impacto de estos intensos días. Un ejercicio de reflexión que no ha resultado precisamente positivo para los comerciantes del Mercadillo ... de Navidad, instalado en Las Meanas, y de la XX Feria d'Avientu de La Exposición. Y es que tanto unos como otros han registrado una afluencia de gente y un índice de ventas menor que el del año pasado.

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Cuatro días separaron la apertura de la carpa del mercadillo el pasado 16 de diciembre, y la de la feria, el día 20 del mismo mes, pero los resultados, expresados por los participantes, han sido análogos: menos visitantes, salvo en días señalados, como Nochebuena o la víspera de Reyes; escaso interés y, en consecuencia, una reducidad actitud de compra. Mientras, durante la tarde de ayer, desmontaban sus puestos, muchos de ellos se preguntaban qué causa puede esconderse tras esa pérdida de ventas.

«No sé lo que ha pasado. No hay ánimo de compra, ha bajado mucho, y hasta he echado en falta a clientes que venían otros años», reflexiona Sheila Gervasoni, responsable del puesto de cosméticos artesanos Sorela Line, uno de los que han conformado la Feria d'Avientu. «No sé si será por el Gobierno, por las rebajas prematuras o por Amazon, que ya nos da de todo, pero esta vez se ha notado la caída».

Esa palabra, 'Amazon', está en boca de muchos comerciantes de ambos mercados, y no con una connotación favorable. Es el caso de Verónica Menéndez, que ha acudido al Mercadillo de Navidad al frente de Sacos El Triskel por séptimo año. «Ha habido menos gente y un poco menos de venta; la mayoría compra en Amazon, que es más cómodo», comenta. A su juicio, «es necesario hacer entender a la gente por qué la artesanía merece la pena. No se trata solo de comprar y ya, sino que va más allá. Tiene un lado ético».

En la misma línea se postulan Roberto López y Greta Noriega, del puesto de artesanía de plata y ropa de segunda mano La Magia de Sioux. «Todo está cayendo. Es difícil pelear con Amazon, que te lo deja en la puerta de casa», se lamenta López. «Ha venido gente a pasear, sí, pero pocos han comprado».

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Pero la plataforma de venta digital no es el único foco de críticas. También el Ayuntamiento de Avilés tiene, en opinión de muchos, parte de responsabilidad. María Jesús Rivas, secretaria de la Agrupación Empresarial de Artesanos de Asturias (Agemar), se quejaba del Consistorio, «solo hemos conseguido quejas, problemas... Hasta el último momento no sabíamos si podríamos hacerla. Si lo que quieren es que esto se muera y no se celebre más, van por buen camino». Por su parte, para Griselda Rodríguez, de Artesanía Gris, el gran problema es el coste. «Es una feria bastante cara, no nos sale rentable», señala, antes de reclamar al Ayuntamiento que «baje el precio del suelo, o nos dé ayudas».

Con todo, el espíritu global no puede calificarse como negativo. «Ha sido un poco más flojo, pero tampoco hay que quejarse», declara Alejandra de la Tasa, responsable de Hayuko Artesanía, dedicada al cuero y al papel. «Quizá habría ido mejor de haber seguido en Las Meanas, detrás del mercadillo, pero hay que agradecer a los avilesinos que hayan venido a comprar: Personalmente, me voy contenta, sin pérdidas, y me llevo una muy buena experiencia».

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