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SHEYLA GONZÁLEZ
AVILÉS.
Lunes, 10 de agosto 2020, 00:46
El Ayuntamiento de Avilés cerró el pasado 31 de julio el plazo para presentar propuestas y aportaciones a la nueva ordenanza que regulará la instalación y uso de las terrazas de hostelería en la ciudad. Entre las entidades que han presentado escritos se encuentra la ... UCAYC, que desde su sección de hostelería se hace eco de las necesidades que presenta el sector en estos momentos.
La entidad ha aportado siete peticiones a incluir en el borrador que será sometido a aprobación inicial del Pleno, aunque para ese trámite aún no hay fecha prevista. La mayoría de sus propuestas van encaminadas a solicitar al gobierno local que flexibilice la instalación de las terrazas, de manera que algunas puedan pegarse a la fachada de los edificios y también que las que no puedan estarlo cuenten con sistemas de aislamiento para hacer frente a la meteorología cambiante de la región.
Los hosteleros de la UCAYC recalcan que debería tenerse en cuenta que tras el estado de alarma por el coronavirus, «la situación económica, social y emocional de la ciudadanía y del conjunto de los empresarios de hostelería no es la que era antes de la crisis, y posiblemente no volverá a ser la misma», destacan en su escrito, en el que añaden que «en el desarrollo normativo y reglamentario del conjunto de las administraciones, ha de tenerse la suficiente sensibilidad social que dé respuesta a los difíciles momentos que atravesamos».
La normativa estatal obliga al Ayuntamiento de Avilés a actualizar su normativa, que si bien ya establece una distancia entre terrazas y fachadas para crear itinerarios peatonales, la aumenta hasta los 1,8 metros de manera que se creen espacios adecuados para las personas con movilidad reducida o cualquier otro tipo de discapacidad, como la ceguera. Bajo esta premisa se dio a conocer el primer borrador de la nueva ordenanza, que también debe haber un espacio libre de medio metro con respecto al borde la acera cuando existen aparcamientos en línea, una medida que deberá ampliarse hasta el metro y medio en el caso de que esas plazas estén reservadas a personas con discapacidad.
Es por ello que desde la UCAYC reclaman que se lleven a cabo estudios individualizados de las zonas y terrazas para que la norma sea aplicada en cada una de ellas teniendo en cuenta «la estructura urbana, su densidad de tránsito peatonal y motorizado, y las garantías de accesibilidad universal, tanto a las viviendas, como a los negocios, como a otro tipo de servicios públicos y privados». Apuntan al gobierno local que la ciudad no es «unívoca, por lo que las medidas de separación previstas de terrazas desde las fachadas harían inviable la instalación de las mismas en diferentes zonas de la ciudad».
El escrito de la UCAYC hace referencia a que «las personas con algún tipo de discapacidad, creemos que han asumido con absoluta normalidad la circulación por las zonas de la ciudad con suficiente seguridad y creemos que comodidad, como puede verse con una simple mirada a las calles por donde transitan vehículos, personas con y sin discapacidad, por lo que se reitera que la separación prevista desde las fachadas podría, en algunos casos, entorpecer la circulación segura».
Apuntan también que esto se extendería a las plazoletas donde solo hay hostelería, donde señalan que «retirar las terrazas de la fachada sería hasta inconveniente para el tránsito peatonal, y no creemos que generara ningún beneficio añadido a las personas que tienen algún tipo de discapacidad, como así nos lo han hecho llegar algunas de dichas personas». A lo que suman una propuesta para que se revise la distancia que deben tener las terrazas, que hace que estas se extiendan pues entienden que eso afectaría al servicio que en ellas se presta pues «el personal con que cuentan siempre es escaso y las distancias se convierten en handicap».
Dentro de las aportaciones de la UCAYC se plantea la posibilidad de habilitar espacios en diferentes zonas de la ciudad para que los hosteleros puedan organizar actividades de animación, «más necesarias que nunca en esta época de crisis consecuencia de la pandemia».
El borrador presentado por el Consistorio a principios de verano establece que aquellos negocios que opten por utilizar plazas de aparcamiento para instalar sus terrazas deberán adecuar estas. Lo tendrán que hacer instalando una plataforma que iguale su altura a la del bordillo así como instalando mamparas que las separen del resto de plazas de aparcamiento que haya en la misma vía. La plataforma y las protecciones podrán mantenerse, mientras que el mobiliario deberá recogerse cada día. Mientras que también detalla las características que deben tener estas separaciones, que no podrán estar ancladas a fachadas ni al suelo salvo por pequeños tornillos. Además, todo ello deberá ser aprobado previamente por el Ayuntamiento.
La UCAYC reclama para quienes se vean obligados a sacar las terrazas al exterior que se permita «la protección de terrazas con sistemas cortavientos u otros similares, que permitan la estancia de los usuarios en condiciones de comodidad y protección, instalados de tal forma que se garantice la accesibilidad de todos los usuarios, además de poder instalar sistemas calefactores». Aclarando que estos correrían a cargo del hostelero en todo caso.
Esto va unido a otra de sus propuestas, que pasa por dar una moratoria para el cambio de mobiliario, especialmente en el casco histórico, ya que «la situación económica no es fácil para acometer inversiones, que en muchos casos pueden ser inviables».
Por último, la séptima aportación que hacen desde la UCAYC pasa por pedir que se agilicen «los trámites administrativos a la hora de solicitar las licencias y conceder las mismas, ya que el tiempo es fundamental a la hora de ejercer una actividad económica».
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