El tráfico portuario acusa la crisis con descensos de escalas y cargas

El sector de las mercancías generales es el que más ha acusado la disminución. Frente a las 1.218.658 toneladas del año pasado, 850.253 embarcadas y 368.405 desembarcadas, a lo largo de 2020 solo se han alcanzado 661.210 toneladas, 448.740 embarcadas y 212.469 desembarcadas. Tales datos suman una pérdida del 45,74%.

Una situación análoga, aunque no tan dramática, vive el transporte de graneles sólidos. En dicho ámbito la disminución es de solo un 14,06%, pues de las 2.112.648 toneladas de 2019, 676.671 embarcadas y 1.435.977 desembarcadas, se ha pasado a 1.815.705 toneladas en 2019, de ellas 719.949 embarcadas, y las 1.095.756 toneladas restantes, desembarcadas.

Por el contrario, el sector de los graneles líquidos, tanto petrolíferos como de otra clase, ha experimentado un pequeño aumento. Y es que, en 2019, llegaron y partieron 527.679 toneladas, 237.027 embarcadas y 290.651 desembarcadas. No obstante, en el año en curso la cifra total ha crecido hasta 532.429 toneladas, 260.302 embarcadas y 272.126 desembarcadas, lo que equivale a un crecimiento del 0,9%.

Como es lógico, la disminución del tráfico de mercancías ha ido de la mano de una reducción de la cantidad de barcos mercantes que han recalado en los muelles avilesinos. Así, si para septiembre del año pasado lo habían hecho 615 naves, de las que 571 enarbolaron pabellones extranjeros, y 44 llegaron bajo bandera española, en el mismo mes de 2020 la cifra se detenía en 519 buques, 16 de ellos patrios y los 503 restantes foráneos.

La directiva de la Autoridad Portuaria local es consciente de las especiales circunstancias de este año, y las señalas como causantes directas de los datos recogidos. Así lo expresó ayer su presidente, Santiago Rodríguez Vega, al término de la reunión del consejo de administración. «Si desciende el PIB, es que las industrias de nuestro entorno están bajando su actividad; y, dada nuestra vocación industrial, lo notamos en la siderurgia y en los graneles», acotó.

Con todo, la valoración, aunque realista, es positiva. La previsión para 2021 es mejorar ligeramente las cifras, aunque «jugamos con prudencia. Seguramente no lleguemos aún a los niveles de 2019, pero la recuperación del país también será larga».