«Nadie hace tantos kilómetros para tirar a la basura medicamentos de 13.000 euros»

El repartidor acusado de tirar a un contenedor de basura en el concejo de Navia varias cajas llenas de medicamentos valorados en más de 13.000 euros que debía entregar en el Hospital San Agustín no se presentó a la vista oral señalada ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés. Tampoco hizo acto de presencia la persona que encontró dichas medicinas y avisó a la policía, a pesar de que estaba citado como testigo.

Quién sí compareció en la vista fue una de las propietarias de la compañía Navarro Logística de Valdés S.L, empresa encargada del reparto de las medicinas y para la que trabajaba el repartidor en el momento en el que supuestamente ocurrieron los hechos por los que se le acusa.

Según la declaración de la empresaria, el acusado prestó servicios en calidad de repartidor para su empresa entre los días 5 y 12 de marzo de 2018. Uno de esos días, que no se pudo concretar en la vista oral, el acusado se habría desviado de su ruta, dirigiéndose al concejo de Navia y arrojando a un contenedor de basura tres cajas que contenían diversos medicamentos que tenía que haber entregado en el Hospital San Agustín de Avilés, sin que se haya podido determinar el motivo de esta decisión.

En su relato, la empresaria declaró que fue un vecino el que encontró dichas cajas en la basura y alertó a la Policía Local de Navia, un relato confirmado por los propios agentes que acudieron en calidad de testigos al juicio. Basándose en el albarán de las cajas, los agentes avisaron al propio Hospital San Agustín, que a su vez se lo notificaron a la empresa de transporte. Fue en ese momento cuando decidieron despedir al repartidor.

Según afirma su antigua jefa, el acusado habría confesado los hechos a través de un mensaje de WhatAapp que le envió a su marido, copropietario de la empresa. Sin embargo, la defensa ejercida por la letrada María Elda González, alegó ayer en el juicio que dichos mensajes carecen de veracidad «ya que no se identifica su teléfono ni su nombre en ningún momento». Por ello, y al entender que no hay pruebas concluyentes, la letrada ha solicitado la libre absolución de su defendido. «Se trata de una situación completamente absurda y un caso muy misterioso. Nadie se desplaza tantos kilómetros para tirar a la basura tres cajas de medicamentos mientras hace el resto del reparto con normalidad», declaró ayer la defensa.

En todo caso, el contenido de las cajas fue valorado en 13.129,26 euros y la Fiscalía considera que los hechos descritos son constitutivos de un delito de daños, por lo que ha mantenido la petición de condenada para el repartidor a doce meses de multa con una cuota diaria de ocho euros, lo que se traduciría en una multa de 2.920 euros. En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal solicita que el acusado indemnice a la empresa para la que trabajaba con 13.129,26 euros por los daños causados, más los intereses legales correspondientes. El caso ha quedado visto para sentencia.